C33 Ser culpado
"Tengo que volver pronto. No puedo dejar que se aproveche de mis errores para atenderme sin parar", decidió Gabriella con un suspiro.
Tras media hora en el retrete, la mujer respiró por fin aire fresco. Por desgracia, la opresión que sentía en el pecho no disminuyó. La imagen del acto de Roberto la hizo estremecerse de horror. Aunque sacudió la cabeza rápidamente, los recuerdos no desaparecieron