C71 Ir contra el orden
A un kilómetro del edificio Quebracha, Max pudo ver una luz que brillaba intensamente en su habitación. En apenas un instante, volvió a oírse el rugido de la respiración.
"¡Cómo se atreve a saquear mi despacho!", murmuró el hombre mientras agarraba con más fuerza el volante. "Debería estar allí cuando yo llegue. No puede escapar y hacer daño a Gabriella".
Al cabo de unos minutos