C5 EPISODIO 5. CONSEGUIR UN EMPLEO.

🎁🎁TANNER🎁🎁

¿Por qué sigues aquí?

Me hice esa pregunta dos horas más tarde. Llevé a esta chica a esta casa porque es un lugar del que estoy seguro que él nunca volverá a hacer uso. Esta casa es un sitio en el que preferiría no estar si me es posible evitarlo.

Aun así, me resisto a dejar a la chica hasta que esté segura de que se ha acomodado.

"No es tu responsabilidad", me dije en voz alta a la habitación vacía. Tengo que seguir mi camino... y con dos botellas de cerveza en la mano, además.

Trabajo. Voy a ayudarla a conseguir un trabajo y después me iré. Con eso resuelto, salí de la habitación.

"¿Ya terminaste tu baño y el de Jaimie?" le pregunté, mirándola fijamente mientras estaba sentada en la cama.

Se había puesto un vestido sencillo que le quedaba perfecto, de la ropa que le compré. No sé por qué me satisfizo que la prenda le quedara bien, pero así fue.

"Sí, ya he terminado", respondió con esa suave voz suya.

"He decidido ayudarte a encontrar un trabajo", anuncié.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente, reflejando un terror absoluto. Negó con la cabeza dos veces. "¡No! No puedo".

Definitivamente está huyendo. "Este trabajo será seguro para ti. Vas a trabajar en una biblioteca. El dueño, un anciano encargado, está buscando a alguien para llevar los libros. Si estás huyendo de la ley, ese es el mejor lugar para trabajar. Solo unos pocos clientes pasan por allí".

Se quedó perpleja. "¿Por qué me ayudas?"

"Porque quiero", afirmé sin más. Mi mirada se desvió hacia el bebé dormido en la cama y luego volví a fijarla en la madre.

"Muchísimas gracias. Realmente lo aprecio", susurró finalmente.

"No es nada", contesté automáticamente y me dirigí hacia la puerta. "Voy a mostrarte cómo llegar a la biblioteca. Está a 40 kilómetros de aquí. Se puede llegar incluso a pie", le expliqué y ella asintió con la cabeza.

Ella me siguió al salir de la casa. Se detuvo a contemplarla, y me di cuenta de que era la primera vez que veía el lugar adonde la había traído. El lugar que pronto dejaría.

Sus ojos me interrogaban. Seguramente quería saber cómo un mendigo sin hogar podía tener un apartamento. Cómo seguía deambulando por las calles teniendo un techo que ofrecer.

Hice caso omiso a todas esas preguntas silenciosas. "¿Vienes?"

Ella continuó a mi lado. Noté que cojeaba menos que antes. Caminamos un trecho.

"Al final de la calle verás un letrero grande que dice: 'WILSON'S LIBRARY & BOOK STORE'. Llegando allí, dile al encargado que vienes por el empleo vacante y él te indicará cuándo empezar. Ya he hablado con él, así que no te pondrá problemas", le expliqué.

Ella siguió mis indicaciones hacia la biblioteca y se encaminó en esa dirección.

"Adiós", me dijo. "Y gracias."

Contesté con un gesto breve de cabeza. La observé alejarse. Listo para retomar mi camino, de repente recordé que el bebé estaba solo en casa. No podía dejar al niño abandonado.

No es mi problema, me recordé.

Aun así, me vi volviendo sobre mis pasos para quedarme con el pequeño. Al menos hasta que ella regresara.

🎁🎁JASAMINA🎁🎁

"¡Uf!" Exhalé al llegar al frente de la biblioteca. Me senté en las escaleras de entrada porque estaba completamente sin aliento. La biblioteca no estaba lejos, pero necesitaba descansar, aún me sentía algo débil.

El borracho es un buen hombre. Un salvador. Me compró cosas para el bebé, ropa y zapatos, me consiguió una casa. Ahora, me está ayudando a conseguir un empleo.

¿Trabaja para Dale? se preguntó la parte de mí que aún es un niño inseguro y desconfiado.

Repasé todos nuestros encuentros y negué con la cabeza. No, este borracho no me conoce. Es evidente que prefiere mantenerse alejado de mí y de mi bebé, pero aún así, decidió ayudarme.

Después de tomar un breve descanso, entré al lugar. Me encontré con el conserje y le comuniqué que venía por el empleo vacante.

Él me observó detenidamente. Luego comenzó a describirme las ventajas de trabajar allí, cuándo debería incorporarme y mencionó que un hombre había estado antes, avisando que una señora se presentaría más tarde por el mismo puesto, y que era importante que vistiera de manera apropiada.

"Claro, señor. Puedo cumplir con todo eso", le respondí en cuanto acabó de hablar. Realmente era un conserje anciano. Su vista estaba casi perdida y se apoyaba en unas gafas antiguas.

Sentí compasión por él, pero al mismo tiempo me alegraba saber que recibiría un salario, aunque mínimo, por los servicios que iba a ofrecer. No era una gran suma, pero sería suficiente para empezar de nuevo.

De repente, el futuro se me antojaba radiante. Solo espero que se mantenga así, que nadie nos reconozca ni a Jaimie ni a mí. Ojalá que mi esposo nunca logre encontrarme.