C17 CAPÍTULO 16
-Me torturas mujer. . . - le dijo con voz enronquecida por el deseo.
Isabella, no supo qué responder. Con manos ágiles lo despojó de su túnica y la arrojó al suelo. Sus ojos verdes como el jade brillaron al contemplar aquel maravilloso cuerpo, las féminas manos lo recorrerieron y él se estremeció nuevamente al tacto.
Las manos del Jeque, acarician las piernas de Isabella