C44 CAPÍTULO EXTRA
Zabdiel contemplaba con admiración aquella belleza occidental sobre su lecho, sus dorados cabellos exparcidos por la almohada, mientras lo recibía en las profundidades de su femenino ser, sus corazones latiendo de forma rítmica, en un desesperado galope por alcanzar la plena felicidad de dos cuerpos que se aman y se convierten en uno solo.
Dos cuerpos que están tan estrechamente unidos