C178 Sweet Surrender
Sentía que me mojaba más y más con cada caricia de sus hábiles dedos. Con cada placentera caricia, mis piernas empezaron a aflojarse y yo empecé a abrirme lentamente para él. Quería más de sus caricias en mi coño y luego dentro de mi agujero del amor.
"Eso es... abre más las piernas", continuó Reiner con voz seductora