C12 Doce
Creí que iba a morir, la velocidad era abrumadora. Jamás había presenciado un demonio tan salvaje, y al parecer, ella era uno de ellos. Sus ojos destilaban furia, su cuerpo irradiaba una ira incandescente, sus garras, afiladísimas, anhelaban desgarrar una piel, y su presencia era letal.
Apreté los ojos con todas mis fuerzas al verla lanzarse hacia mí