C5 El heredero rechazado del Alfa

Punto de vista de Rosalyn

Mi ex-compañero entró solo unos segundos después de que su olor invadiera mis fosas nasales, en el momento en que lo vi una ola de nostalgia y anhelo se apoderó de mí, quise correr hacia él, abrazarlo y decirle cuánto lo extrañaba, pero la sensación se fue tan rápido como vino. De repente una rubia se acercó y se aferró a su brazo besando su mejilla, esto hizo que mi lobo gruñera en mi cabeza, yo solo miré para otro lado. Como si pudiera sentir mi inquietud, Alessandro se paró frente a mí en una postura defensiva en ese momento, la cabeza de mi compañero se giró en nuestra dirección, miró a Alessandro y luego su mirada se posó en mí, me miró un momento como si tratara de averiguar donde me había visto antes, tan pronto como se dio cuenta, abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por la entrada de mi hermano y Genevieve.

—¡Dios mío! Rose, no puedo creer que estés aquí —gritó Genevieve mientras corría y me abrazaba.

—No puedo respirar —me atraganté. Ella me soltó y me sonrió tímidamente mientras articulaba un "Lo lamento"

Asentí y solo le di una sonrisa tranquilizadora. Se volvió hacia Alessandro y lo abrazó también antes de volver al abrazo de su compañero.

—Buenos días, hermana, ¿cómo durmieron? —Michael preguntó

—Bien – respondí

—¿Ya desayunaron? —Genevieve preguntó

De repente, mi mente volvió a mi comida, pero ya no tenía apetito. Solo asentí con la cabeza y luego salí de la habitación.

—¿Estás bien mamá? —Alessandro me preguntó a través de nuestro enlace.

—Estoy bien —le digo

Caminé afuera y me adentré en el bosque para despejar mi mente, no me di cuenta de cuánto tiempo había caminado o qué tan lejos había llegado hasta que escuché arrastrarse detrás en el bosque, giré la cabeza y olí el aire que olía a basura y suciedad.

—Pícaro —dijo mi loba Althea en mi cabeza, entonces un lobo de color caoba salió de los arbustos gruñéndome y mostrando sus colmillos.

Me di la vuelta para correr, pero por otro caminó detrás de mí y luego apareció un tercer lobo.

"Luchar entonces" pensé para mis adentros.

El primer lobo se abalanzó sobre mí, le di un paso al costado y volteé para verlo atacarme de nuevo. Agarré su cuello y apreté. El lobo gimió en mis manos antes de romperle el cuello (¿mencioné que era una guerrera en mi manada y era fuerte) el segundo lobo cargó contra mí tratando de morderme las manos y las piernas agarré su boquilla y lo volteé, aterrizó en un árbol, el tercero me tomó con la guardia baja y estrelló su cuerpo contra el mío haciéndome caer al suelo, el lobo saltó encima de mí tratando de morderme el cuello, agarré su boca y usé mi fuerza para separar su boca, tiré hasta que le arranqué la boca me senté allí por un minuto tratando de recuperar el aliento, estaba exhausta.

Me levanté para irme cuando el lobo que tiré en el árbol me agarró la pierna. Lo pateé repetidamente hasta que me soltó. Sin embargo, antes de que pudiera hacer un movimiento, apareció un gran lobo marrón y lo mató. Entonces escuché que Alessandro me llamaba.

—¡Mamá! Mamá, ¿estás bien? ¿Te lastimaron? —Me preguntó si tenía heridas. Estaba furioso cuando vio mi pie. —¡Te mordió!

Estaba temblando de ira. Puse mi mano en su hombro e inmediatamente se calmó. Luego se volvió hacia mí y luego me levantó. Me miró y frunció el ceño.

—Mamá, te dije que no fueras a ningún lado lejos sin mí y ahora te lastimaste.

—Estoy bien – digo —Además, no necesito que me cuides. ¿Estás olvidando quién te entrenó?

Sonrió con admiración en sus ojos que luego se tornaron en preocupación.

—Sé que puedes cuidarte sola, mamá, pero aun así no te dejaré ir a ningún lado sin mí nunca más y eso es definitivo.

Suspiré sabiendo que estaba peleando una batalla perdida, no tenía sentido discutir con Alessandro cuando estaba en el modo de "proteger a mamá a toda costa".

—Estoy tratando de averiguar si en realidad eres el padre o Alessandro —dijo la voz de mi hermano atrayendo mi atención hacia él.

Casi me había olvidado de él y de ese otro lobo. Entonces me volví hacia él y le pregunté.

—¿Dónde está ese lobo que vi antes?

—Fue a revisar la frontera en busca de más pícaros. Nos encontrará en la manada —responde Michael.

—¿Quién es él de todos modos, uno de los guerreros?

—No, es el hermano menor del alfa, Jermaine, quien llegó esta mañana.

Apoyé la cabeza en el hombro de Alessandro sintiendo sueño de repente, cerré los ojos y dejé que la oscuridad se hiciera cargo.

Escuché voces cuando me desperté y me moví en la cama suave. Traté de levantarme de la cama, pero una ola de dolor atravesó mi pierna y luego los eventos de esta mañana regresaron rápidamente. Examiné mi pierna adolorida para encontrarla vendada, se curará en uno o dos días, pensé para mis adentros. Salté a la puerta y bajé las escaleras para encontrar a Alessandro, Michael y un hombre desconocido hablando en la sala de estar. Todos me miraron cuando entré en la habitación.

—¿Cómo te sientes, mamá? —Alessandro preguntó ayudándome a sentarme en una silla.

—Estoy bien, cariño —respondí mientras me sentaba al lado de Michael.

—Entonces, la hermanita de Michael, de quien no puede dejar de hablar. Soy Jermaine Black, hermano del alfa —dice estirando sus manos hacia mí.

Le di la mano antes de decir

—Rosalyn Parker, hermana del beta.

Al mismo tiempo, una voz que había olvidado habló.

—Así que fuiste tú, por un segundo pensé que estaba alucinando, mucho tiempo sin verte Rosalyn.

Todos nos volvimos hacia la persona que habló, era el único alfa, Ke'shaun Black, mi ex-compañero. Parecía como si Alessandro lo reconociera porque se levantó en una postura defensiva mientras se paraba frente a mí bloqueándome de su padre.

—¿Y quién eres tú? —Ke'shaun preguntó con molestia en su voz ante el gruñido de Alessandro.

—Alfa, esta es mi hermana y su hijo Alessandro, recuerda que te dije que vendrían a mi boda —dice Michael.

—Ah, sí, ahora lo recuerdo —dijo sin dejar de mirar en mi dirección.

Caminó hacia nosotros y Alessandro volvió a gruñir, pero no se inmutó, miró a Alessandro como si estuviera observando sus rasgos, sus ojos se abrieron por un segundo, antes de volverse hacia mí, su rostro estoico y sin emociones.

—Rosalyn, ¿quién es el padre de tu hijo? —Él pregunta.

Me sorprendió que se diera cuenta tan rápido, pero, de nuevo, Alessandro era la viva imagen de él. Me volteé a mirarlo, pero no respondí, me hizo la pregunta otra vez por esto estaba hirviendo de ira

—¿Es mío? – Preguntó, la ira estaba saliendo de él en oleadas.

A estas alturas, todo el mundo se dirigía hacia nosotros confundidos, también había más personas en la sala de estar que antes, incluida Genevieve.

—¡Dije que si es mío! —Ke'shaun gritó haciendo retumbar la casa por el poder de su voz, pero su tono alfa no funciona conmigo.

Me puse de pie y me alejé, pero él agarró mi mano y la apretó. Hice una mueca por el dolor que atravesó mi brazo. Alessandro se levantó para acercarse a nosotros, pero lo detuve y tiré de mi brazo para alejarlo del agarre de Ke'shaun. Suspiré sabiendo que él lo habría hecho. Lo descubrí tarde o temprano. Me giré para mirar a Alessandro para preguntarle si estaba de acuerdo con que yo se lo dijera, él asintió y luego me volví hacia Ke'shaun diciendo

—Hace 17 años en esa noche tuvimos relaciones sexuales, después de lo que sucedió a continuación, me fui y unos días después descubrí que estaba embarazada, así que, para responder a su pregunta, sí, Alessandro es su hijo.

Cuando las palabras salieron de mis labios, me sentí clavada a la pared. Estaba siendo retenida por un alfa muy enojado.

—¡¡¡Me quitaste a mi hijo durante 17 años!!! —Gritó

Me dolía la espalda cuando golpeé la pared.

—¿¡Tomaste este futuro alfa de la manada durante 17 años cuando debería haber estado entrenando para hacerse cargo de la manada!? ¡¡¿Ni siquiera te molestaste en al menos decirme que tengo un hijo!!?

Usé algo de mi fuerza para apartarlo de mí y luego me volví hacia él con una mirada furiosa.

—En primer lugar, él es mi hijo, no tuyo, me rechazaste, eso significa que lo rechazaste, no tienes ningún derecho sobre él y tampoco tu manada, —los miembros de la manada que estaban presentes, que eran aproximadamente la mitad de la manada, gruñeron ante mis palabras. Los ignoré y volví a Ke'shaun —Y no pienses ni por un segundo que hay algo que puedas hacer al respecto, poderoso alfa, porque tú, mejor que nadie, conoces la ley —dije alejándome.

Ke'shaun volvió a agarrar mi mano con más fuerza que antes, lo que me hizo gritar de dolor, pero antes de que pudiera decir nada, estaba contra la pared. Lo que vi frente a mí me hizo jadear en estado de shock.