C44 "Perfección masculina".
Un ruido agradable llega a mis oídos cuando las ruedas del vehículo pisan las hojas secas de otoño que se desparraman en los bordes de la avenida. El chofer apaga el motor y se queda en su lugar. Sin ganas de sacar el celular, apunto mis ojos al reloj del auto y suelto un suspiro, acomodándome en el asiento y apoyando mi cabeza en la ventana