C46 "Lo que las palabras se niegan a hacer".
Asumo haber perdido la cuenta de las excusas o inventos que traté de hallar en mi mente para, de alguna que otra forma huir de esto en el momento en el que el auto se detiene. Cuando mi puerta se abre y el ruido catastrófico de la ciudad llega a mis oídos, finalmente acepto ya no tener escapatoria. Suelto aire y tomo mi mochila vacía, descendiendo del vehículo