C16 Dieciséis
El cuerpo de Hayleigh temblaba tanto que apenas lograba caminar recto de vuelta al dormitorio.
Con las manos frías y sudorosas, rebuscó sus llaves y comenzó a subir las escaleras con pesadez. Cada paso le pesaba más, sintiéndose a un segundo de devolver todo lo que había comido. Se sentía enferma hasta la médula, llena de ira y repulsión hacia Rowen. Hacia sí misma