C1 Introducción
El poder es deseado por todos, pero cuando este poder no está bajo tu control se convierte en tu mayor debilidad. Puede llevarte a hacer cosas que no querrías ni en tu peor pesadilla.
Tal era el poder que tenía la loba del trueno, era capaz de matar a niños, madres, inocentes en un abrir y cerrar de ojos pero las consecuencias las tenía que afrontar la parte humana de ella.
La parte humana del lobo del trueno se enfrentaba a la culpa, al dolor de ver cadáveres y al silencio tras la muerte.
Antes era una chica ingenua, inocente y de corazón puro a la que sólo le gustaba repartir sonrisas, pero la forma en que el mundo la trataba la convirtió en una persona fría como el hielo y sin emociones.
Era inmune a todas las emociones excepto a una: la ira.
Cuando esta emoción se desataba, la bestia que llevaba dentro se desataba y todo lo que sucedía después no estaba bajo su control.
Tenía los ojos negros como la noche, el cuerpo perfecto como el de una supermodelo, los abdominales definidos como los de un boxeador.
La humana no tenía poder, sólo habilidades, habilidades de cazadora letal que adquirió para sobrevivir en este mundo perverso.
Todos los poderes los tenía su lobo, al que generalmente mantenía bajo control.
Ella era esa pícara, que fue desterrada de su manada por algo que nunca hizo.
Era esa hija odiada por ser una debilucha y una deshonra para sus padres.
Era esa hermana odiada por matar a su hermana menor.
Era esa omega a la que acosaban por ser una asesina y no cambiar a la edad adecuada.
Y por último
Ella era esa compañera que fue rechazada por el Alfa por ser débil, patética y una desgracia.
No era otra que
Aleka
También conocida como
El lobo del trueno.