C1 ¡¡¡PRÓLOGO Y ADVERTENCIAS!!!

//ROMANCE OSCURO//

¡ADVERTENCIA!

ESTE LIBRO CONTIENE ESCENAS EXPLÍCITAS EN CADA CAPÍTULO. SI ERES MENOR DE 18 AÑOS O TE SIENTES INSEGURO AL LEER CONTENIDO ERÓTICO, POR FAVOR ABSTENTE DE LEERLO. ¡INCLUYE CONTENIDO SEXUAL EXPLÍCITO!... AQUELLOS QUE DESEEN CONTINUAR, ADELANTE, REALMENTE LO DISFRUTARÁN, ¡VALE LA PENA!

ATENCIÓN: TODOS LOS PERSONAJES SON FICTICIOS...

PRÓLOGO

"Por favor, doctor, necesito que me hagas el amor", suplicaba Ann.

Sus manos estaban esposadas bajo sus rodillas, lo que hacía que sus piernas quedaran suspendidas en el aire.

Marcus observaba su sexo, expuesto completamente ante su mirada. Su miembro se endurecía, intentando escapar de sus pantalones, mientras él reprimía sus deseos al contemplar la entrada húmeda de ella, lleno de lujuria.

"Por favor, tócame doctor, necesito que me toques ahí abajo, me duele tanto...", rogaba Ann, intentando alcanzar su sexo, pero las esposas en sus muñecas se lo impedían.

Marcus sonrió, caminó hacia la cama donde ella yacía en el borde y se agachó. Su rostro frente a su sexo hinchado, manteniendo contacto visual directo con su entrada húmeda y palpitante.

"Ahhhh... doctor, tócame... por favor, tócame...", imploraba Ann, sintiendo su aliento caliente sobre su intimidad. Su respiración se aceleraba y sus pezones se endurecían en respuesta. Estaba sumida en tanto placer que deseaba sentir sus dedos sobre ella.

"¿Realmente quieres que te toque?", preguntó Marcus con una voz ronca que le provocó un escalofrío y la hizo arquear la espalda, cerrando fuertemente los ojos.

"Tócame, por favor... tócame... quiero tus dedos dentro de mí, quiero que me penetres con esos dedos gruesos tuyos", gritaba Ann con una voz temblorosa. Sus piernas temblaban de deseo, anhelando que él introdujera su dedo en su sexo.

"Lo has pedido tú", dijo Marcus mientras humedecía dos dedos con su saliva y luego los retiraba. Con esos dedos, golpeó su sexo, produciendo un sonido húmedo y contundente.

Ann gritó, rizando los dedos de los pies y con los ojos cerrados, intentaba estirar las manos para tocarlo, pero las esposas se lo impedían.

"Por favor, doctor, necesito que me hagas el amor", suplicaba Ann, con lágrimas brotando de sus ojos.

Él no movió sus manos, las dejó sobre su sexo, presionando su dedo dentro y provocando que un fluido blanco y espeso brotara de su entrada.

Ann cerró las manos en un puño, gimiendo más fuerte, abriendo la boca de par en par y jadeando en busca de aire.

ESTO ES SÓLO EL COMIENZO DE "EL MÉDICO DEL SEXO"

RECUERDOS DE CÓMO COMENZÓ.

INTRODUCCIÓN;

Me llamo Ann Hamburger. Una adicta al sexo. Es decir, me encanta el sexo. Y soy aficionada a los encuentros de una sola noche.

Mis padres y mi exnovio piensan que estoy maldita, pero lo cierto es que mi cuerpo es extremadamente sensible.

Todo me parecía divertido, pero empecé a considerar que quizás tenían razón. Entonces mi mejor amiga me presentó a alguien: un terapeuta sexual. Diamond Gavin. Ella asegura que él es mi última esperanza.

Me pregunto, ¿estaré realmente maldita? ¿Podrá un terapeuta sexual ayudarme a superar mi adicción al sexo?

Te invito a pasar las páginas y descubrir la historia de mi vida. Los matices de Ann...