C9 ¡CULO EN EL ESCRITORIO!
"Señora, señora", la voz del taxista la devolvió a la realidad, sacándola de su ensimismamiento.
"¿Cómo?", preguntó Ann, aturdida.
"¿Me va a decir su dirección o...?"
"Tome su dinero". Ann interrumpió al conductor, lanzándole unos billetes desde su bolso antes de descender del vehículo. Cerró la puerta con fuerza y se dirigió a su departamento.
Lo desbloqueó con la tarjeta