C14 Parte: 14 Perder los estribos
Al amanecer me desperté temprano, abrazando mi mundo entero, mi Princesa, entre mis brazos. Ella dormía serena en mi camisa, luciendo perfecta en mi ropa. Una sonrisa se me escapó al contemplar su rostro radiante, iluminado por la luz matutina. Podría pasar el día entero admirándola sin cansarme. Nuestros cuerpos yacían parcialmente cubiertos por el edredón blanco