C8 Saliendo para la fiesta
Octavia se acostó llorando sobre la mesa mientras los chicos salían. No podía moverse, por vergüenza, hasta que Mica corrió hacia ella.
—¡Ey! — La llamó y la abrazó, ayudándola a bajar de la mesa.
Octavia gimió mientras bajaba, las lágrimas corrían por su rostro. Mica recogió su ropa del suelo y se la dio.
—Aquí, póntela, para que nos vayamos