C40 Capítulo 40
Dos semanas más tarde mi vida comenzaba a tomar el rumbo que quería.
Máximo y yo habíamos ido a cenar a la casa de sus tíos para que los pudiera conocer.
Pude entender por qué él los adoraba tanto: ellos eran muy cariñosos y se notaba el amor con el que lo habían criado.
Y también me presentó a su primo, que era de las personas más divertidas que había conocido