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"Hola, Jess", saludó a la esposa de su mejor amigo.

"¡Hola, padrino!" La voz juguetona de Jessica resonó, arrancando una sonrisa a Adam. Había sido el padrino en su boda con su mejor amigo, Oliver, y desde entonces, ese era su apodo.

"¿Todo bien contigo?"

"Sí, gracias. Ollie me comentó que estabas buscando niñera. Por suerte, encontré una para ti".

"Te lo agradezco enormemente, Jess", respondió Adam al instante.

Jessica sonrió. Podía percibir el alivio en su voz.

"No hay de qué. Hablé con un amigo cuyo primo posee una agencia de niñeras. Por fortuna, tenían a alguien disponible, aunque el sueldo es algo más elevado de lo normal".

"No es inconveniente. Estoy dispuesto a pagar lo que sea necesario", interrumpió Adam.

"No te preocupes por su competencia. Viene con excelentes referencias de empleadores anteriores. Es una de las mejores en la agencia y tuviste suerte porque su última familia se muda al extranjero. Así que tus niños estarán en las mejores manos".

"La verdad, dudaba en involucrarme debido a los antecedentes de Tessie maltratando al personal, pero Ollie me aseguró que no volverá a suceder".

"Claro, Jess. Te lo prometo, de mí para ustedes. Ya he hablado con Tessie. ¿Cuándo empieza ella a trabajar?"

"Hoy mismo. Debe estar alistándose para ir a tu casa ahora mismo. Revisé el contrato tipo de la agencia y es bastante equitativo. La niñera traerá los contratos originales para ti. Normalmente el procedimiento es más estricto, pero se ha flexibilizado gracias a mi amiga", explicó Jessica.

"Lo entiendo, Jess. De verdad, muchísimas gracias por todo. Lo aprecio mucho".

"No hay de qué. Tengo que regresar al trabajo ahora. Cualquier cosa que necesites, me avisas".

"Por supuesto, gracias". Adam colgó el teléfono.

"¿Ya te vas al trabajo, papá?" preguntó Calvin con un gesto triste en cuanto Adam volvió y se sentó a su lado.

"No, ¿qué te hace pensar eso?"

"Es que prometiste pasar el día conmigo. Creí que ibas a romper tu promesa".

Adam esbozó una sonrisa melancólica y acarició suavemente la mejilla de su hijo. "No, campeón, hoy el día es para ti y para tu hermana".

"Sé que no he estado mucho tiempo con ustedes, con Anna y contigo. Me disculpo. El trabajo puede absorber mucho, pero te aseguro que voy a hacer espacio para estar con ustedes".

"¿Entonces vas a llegar temprano para jugar con nosotros?" Calvin iluminó la habitación con su sonrisa. Adam captó el destello de alegría en los ojos de su hijo, lo que le provocó un sentimiento de culpa. No podía evitar pensar que él y Tessie solo merecían el rechazo de sus hijos, por haber sido unos padres tan ausentes.

La posición de Adam en la empresa acarreaba una gran carga de trabajo y, consciente de que no siempre podría estar para sus hijos, siempre se había preocupado por encontrarles una niñera que les diera cariño.

"Sí, mi vida. A menos que tenga un viaje de negocios, prometo regresar temprano del trabajo para jugar contigo y con Anna".

"Gracias, papá". Calvin lo abrazó con fuerza.

Adam le correspondió el abrazo con una sonrisa.

"Jessica ha encontrado una nueva niñera para ti y para tu hermana", le comentó Adam a su hijo al separarse del abrazo.

"¿Será tan buena como Martha? ¿Nos va a querer a Anna y a mí?" preguntó Calvin, lleno de esperanza.

"Creo que sí será buena, considerando que fue Jessica quien la encontró para nosotros. Y de verdad espero que les dé un buen trato a ambos. Llegará en unas horas. La evaluaremos por unos días y tú me dirás qué te parece. Si te agrada, se quedará con nosotros y si no, buscaremos a alguien más."

Calvin asintió.

—¿Puedo tener más jugo, por favor? —pidió Calvin, regalándole a su papá una mirada de cachorro suplicante.

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MÁS TARDE ESA NOCHE

Adam estaba en la sala disfrutando de un momento especial con sus hijos cuando el sonido del timbre resonó. Tras asegurarse de que Anna estuviera bien resguardada en su asiento, Adam se disculpó y se dirigió a atender la puerta.

Adam se quedó petrificado al encontrarse cara a cara con la persona al otro lado. Durante un par de segundos, olvidó cómo respirar, quedándose simplemente mirando, incrédulo.