C20 Capítulo 20

Y en un abrir y cerrar de ojos llega Navidad, he decidido ir en mi coche, Brais y yo nos vamos en mi coche y mi padre y Mathi se van en avión, se que se ha quedado nervioso, es un camino largo, y tiene miedo a que pase algo.

Salimos pasadas las siete de la mañana y doy un bostezo.

- Cariño, yo conduzco duerme un poco tu. - Me reprende Brais.

- ¿Sabes que mi cansancio es tu culpa verdad? - me burlo.

- A noche no te quejaste.

Doy una carcajada. A noche no paramos, no sabia que el sexo era aditivo, podemos estar un par de días sin hacerlo, pero cuando lo hacemos pasamos toda la noche y varios dias seguidos sin parar, y ayer fue una de ellas, aunque la casa que nos quedaremos es grande, ami aún me da corte por si nos escuchan.

- Me encanta escucharte cuando llegas y no quiero que en casa de mi abuela te cortes, no nos escucharán te lo prometo las paredes son muy gruesas y están bien aisladas.

- ¿Me estabas leyendo la mente?

Brais sonríe, me encanta cuando lo hace y me da un beso en el cuello.

- No hagas eso, si paramos ahora no llegaremos nunca.

- Nunca hemos tenido sexo en el coche.

Miro de reojo y Brais me sonríe, me hace parar y coge él el coche, vamos a una parte alejada.

- Ven Súbete encima mía.

- ¿Enserio? Nos puede ver alguien.

Él tapa el parabrisas de adelante, abre su puerta y se sienta de atrás los cristales de atrás son ahumados y sé que no nos verán

dentro en el coche.

- Quítate el pantalón y ese tanga negro que te pusiste visiosa... - Me mira de reojo mientras me quito el pantalón - pensándolo mejor dejate ese tanga.

Me siento a horcajadas en sus piernas, se ha quitado su pantalón y sus bóxer y su pene está empezando a ponerse duro se queda pegado a mi sexo y mi vientre.

Nos besamos, nos devoramos, coge mis pezones y me los chupa. Gimo en su oído, se que le gusta. Me acaricia El culo.

- Follame pequeña.

Me encanta como me lo dice, aunque yo aun no me atrevo a decir esas palabras, me gusta cuando me lo dice y me la introduzco un poco, pero Brais me coge por las caderas y me las hecha para abajo y sube las suyas.

Nunca me había puesto arriba, y la había sentido así.

- Follame cariño.

Repite con su voz entrecortada,me agarro a su cuello me empiezo a mover, busco mi placer, y Brais con sus palabras me calienta más.

- Joder parece que lo llevas haciéndome toda la vida cariño, te mueves de lujo.

Me muevo con más rapidez mi vagina succiona por completo su pene...

- Pequeña voy a llegar...

- Un poco más. - Le susurro.

Brais me toca el clítoris y entonces siento esa sensación, Brais quiere salir pero no le dejo me muevo con rapidez.

Su pene entra y sale sin parar y grito, grito por el placer que yo misma he buscado.

- Cariño, no me he puesto el condón.

- ¿Qué? ¿Porqué Brais?

- Llevo rato diciendo que pares pero no me escuchabas.

Justo en ese momento siento como corre Un líquido blanquecino por mi entre pierna.

- ¡Joder!

Brais me da un azote en el culo y busca toallitas en mi bolso y me limpio.

- Al llegar habrá que comprar esa pastilla otra vez. - Digo enfadada.

- Venga cariño, tranquila, al llegar la compraré.

Y aunque durante una hora voy enfadada, después él con su ánimo eternamente feliz, me hace sonreír y sus dotes de cantante cuando me canta eso de " Yo que soy un cabron que hice para merecerte" de Sebastián Yatra no puedo evitar dar una carcajada.

A las dos paramos a comer, y para que ahora descanse él, conduzco yo.

Sobre las cinco y media entramos al pueblo de Allariz es precioso un pueblo antiguo, y diez minutos después entra por un camino que lleva hasta una gran casa antigua. Grandes jardines.

- Parece que viajamos al pasado. ¡Qué chulada! - Digo alucinada.

- Por dentro es mucho más chula.

Antes de entrar llamo a mi padre avisando de que ya hemos llegado, él llegará al aeropuerto de vigo sobre las diez de la noche.

Entramos en casa, una grande entrada con unas escaleras enormes que llevan al segundo piso, todo en madera, grandes lámparas de techo, no puedo dejar de mirar.

- Es preciosa.

Entonces escuchamos una voz anciana.

- Meo neto está aquí.

- Abuela.

Brais la abraza. ¡Qué tierno! Yo también quisiera poder abrazar a mi abuela.

- ¿Quién es esta chica tan guapa?

- Mi novia abuela, ella es Luana, pero no le digas así que se enfadara dile Lu.

Me acerco y la abrazo, lo hago como si estuviera abrazando a mi abuela, y ese calorcito familiar lo noto.

- Pequeña, esta es mi abuela Manuela.

- Encantada Manuela.

Su abuela nos da un pequeño tour por la casa y derrepente escucho agua cayendo.

Al mirar por la ventana llueve sin parar.

¡Qué bonito!

Brais me abraza por detrás y me vuelve a dar un beso en el cuello.

- Vamos a descansar un poco, mi abuela está en la cocina. Hoy es un buen día para pasar el resto de la tarde follando te.

- ¡¡Brais!! - le reprendo por sus palabras.

Pero a él le da igual, me besa en los labios, como siempre me muerde mi labio inferior y cuando me doy cuenta su lengua está dentro de mi boca, me coge en brazos cruzó mis piernas en su espalda y mientras nos besamos me lleva a su habitación, y la cierra por dentro. Me deja en el suelo para desabrocharme el pantalón y me lo quita junto con mi tanga antes de volver a subir me chupa El clítoris y hace que sin yo poder evitar gima, me tapo la boca tengo miedo a que nos escuchen.

Él mira y me ve con la mano en la boca suelta mi clítoris, sube me chupa y muerde los pezones desesperadamente, y me quita la mano de la boca.

- Me encanta escucharte.

Me besa locamente y mientras yo le quito los pantalones y la camiseta, me vuelve a levantar en brazos me lleva hasta la pared y entra en mi de una sola estocada.

- Me vuelves loca mi amor. - Digo loca por el placer que Brais me ocasiona.

- Tu me tienes loco.

Nos besamos, nos tocamos, nos damos placer. Me lleva hasta la cama, me da un azote en el culo.

- Cuando me lo darás.

Dice mientras me lo acaricia. Y yo que estoy nublada por el sexo, por el climax, por el extasis y todo lo que Brais me hace sentir le contesto.

- Cuando tu quieras.

Y Brais no se lo piensa dos veces, sale de mi y va hasta la mesilla coge varias cosas que no se ni lo que son.

- Ponte a cuatro.

Su voz de mando y ordeno en el sexo, y me pone, me pone muchísimo lo hago sin dudar.

Vuelve a enterrar su pene en mi, y estoy jadeando de placer cuando noto algo en mis nalgas, un líquido y su dedo, me acaricia mi ano y me gusta, me da placer cuando introduce un dedo, no molesta, me sigue gustando así que me olvido y disfruto, disfruto de lo que me está haciendo, me da un azote en el culo que me pone aún más. Noto una presión más grande pero como no me duele ni le hago caso me muevo buscando su pene y sus caderas chocan con mi culo, entonces sale de mi y me introduce algo en la vagina.

- Brais.

- Es un consolador cariño.

Vuelvo a jadear cuando empieza a vibrar dentro de mi, sus dedos vuelve a mi culo, y jadeo siento esa sensación en la barriga y es mucho más fuerte que otras veces, noto como quita los dedos y siento su pene en la entrada de mi ano, no tengo miedo, me ha gustado lo de antes y se que esto también, se introduce un poco, y dejo de jadear.

- ¡¡¡Brais!!! ¡¡¡¡Duele!!!!

- Relájate.

Se queda parado no se mueve, juega con el consolador, noto comose introduce un poco más, pero El consolador me está dando una sensación de placer que la intromisión de mi culo ya ni me preocupo.

- ¡¡¡Joder que apretada!!! - dice Brais jadeando.

Empiezo a sentir como entra y sale despacio me gusta, me gusta mucho.

- Dale Brais me gusta.

Siento su sonrisa, pero él no sube sus acometidas, yo lo busco, muevo mis caderas en busca de su pene.

- Te harás daño pequeña.

- Dale más rápido Brais, estoy a punto.

Vuelvo a notar como sonríe, y con dos embestidas más de Brais grito de placer por haber llegado al climax, ¡¡¡Brutal!!!

Él sigue bombeando en mi culo, el consulador sigue en mi vagina y antes de lo que quisiera, vuelvo a estar jadeando.

Los azote de Brais son fuertes y placenteros.

Brais sale de mi culo y me da la vuelta sin quitarme el consulador.

- Esta vez quiero ver como llegas, me encanta tu expresión al hacerlo.

¡Qué sonrisa!

Me pone una almohada debajo de mis caderas y vuelve a entrar de espacio en mi culo, coge mis piernas y se las pone al hombro y empieza a bombear esta vez va más rápido, clavo mis uñas en sus piernas, el gruñe de placer. Y yo vuelvo a notar esas ganas que tengo de llegar, y no se si el lo sabe, porque va con sus dedos a mi clítoris y me lo acaricia, le da un pellizco, mete un dedo junto con el consolador, y El placer se intensifica, y esta vez grito, grito rendida al placer que Brais me hace sentir. Después de dos bombazos llega él.

- Me encantas pequeña.

Se acuesta a mi lado y me abraza, y nos abandonamos al mundo de morfeo.