C5 Parte: 5 Mensaje de Desconocido
Al día siguiente, llegué a la universidad y, como siempre, tarde. Corría hacia mi aula, con la esperanza de llegar a tiempo. Pero de repente, al tropezarme con aquel hombre imponente, me quedé paralizada y mi corazón pareció detenerse. Levanté la vista para ver quién era.
¡Oh, mierda! Es el profesor Zain, el mismo que me trae de cabeza desde que lo vi por primera vez.
No podía dejar de mirar su rostro atractivo, sin parpadear siquiera. Es irresistible. Me es imposible desviar la mirada de él. Tenía una expresión seria. Luego, me perdí en sus ojos negros y enigmáticos. Traté de descifrar lo que ocultaban, pero fue en vano. Estaban cargados de emociones, y había algo hipnótico en ellos.
Pero espera, ¿por qué tengo este afán de leer sus ojos? Me pregunté. Me está volviendo loca. No entiendo qué me pasa.
Recuperé el aliento cuando él se apartó. "Camine con cuidado, señorita Inaya", dijo, quebrando el silencio. Al ver moverse sus labios perfectos, me sentí morir. Dios, ¿qué es lo que me está haciendo? Por favor, necesito ayuda.
Seguía mirándolo fijamente como una tonta. ¿Qué pensará de mí?
Debo responderle.
"Seré más cuidadosa la próxima vez, profesor". No entiendo por qué balbuceo ni por qué me pone tan nerviosa. No entiendo nada.
Él entró en el aula y yo lo seguí. Le dediqué una sonrisa casi imperceptible a Anu antes de dirigirme a mi escritorio y sentarme a su lado.
"Hoy también llegaste tarde, Inaya", me susurró.
Le hice una señal para que guardara silencio, poniendo un dedo sobre mis labios, porque no quería que él me regañara de nuevo delante de toda la clase.
"Vale", respondió ella, colocando un dedo en sus labios y asintiendo con la cabeza de forma adorable. No pude evitar reírme en silencio al observarla.
¡Qué monada es ella!
Desvié la mirada hacia el profesor Zain. Lo observé escribiendo algo en la pizarra con un rotulador. Incluso de espaldas se ve atractivo. Me reí para mis adentros. Definitivamente estoy loca. Pero, ¿y qué? Todo el mundo tiene su locura. No estoy sola en mi locura en este mundo. Es normal tener un toque de locura. Si quieres sobrevivir aquí, tienes que ser un poco loco.
Se giró hacia nosotros y caminó con desenfado hacia la mesa. "El tema de hoy es 'Un punto de inflexión en tu vida'", anunció, recostándose sobre la mesa. Apoyó una mano en ella y cruzó las piernas.
¡Rayos, es imposible resistirse a su encanto!
He de reconocer que ha escogido un tema fascinante.
"Seguro que todos conocen de lo que hablo", dijo. Todos asentimos, yo incluida. Su sonrisa ligera me desarmó. Ay, mi pobre corazón.
Avanzó un poco más. "Así que quiero que me cuenten sobre ese momento decisivo en sus vidas. Ese instante que lo cambió todo. Adelante, tomen un bolígrafo y empiecen a escribir".
Abrí la cremallera de mi mochila y saqué un diario. ¿Dónde estará mi bolígrafo? Revisé en la mochila. Parece que, como siempre, lo he perdido. Negué con la cabeza, incrédula.
"Toma, usa este". Anu me extendió un bolígrafo y le sonreí agradecida al tomarlo. Ella me conoce demasiado bien.
Coloqué la mochila a un lado y abrí el diario sobre el escritorio. Escribí el título del tema con letras mayúsculas y luego volví a mirarlo. Ahora estaba sentado en la silla, absorto en su teléfono.
"Ay... tan guapo y atractivo", susurré para mí, apoyando la barbilla en mi mano y el codo en la mesa. Lo observaba como una tonta. Es, sin duda, una obra maestra de Dios.
Al levantar la vista de su teléfono, yo rápidamente desvié la mía hacia abajo.
"Dios mío, si me descubre mirándolo así, ¿qué pensará de mí?" me pregunté y comencé a escribir.
La vida es como el guion de una película, llena de giros inesperados. La muerte de mi hermano marcó un antes y un después en mi existencia. Fue la etapa más difícil que he enfrentado. Mi vida se transformó por completo tras su pérdida. Papá renunció a su trabajo por problemas con mamá y nuestra situación financiera se deterioró. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de abrir un centro de tutorías. A pesar de los obstáculos, nunca me rendí. Ahora, nuestro centro de coaching goza de gran popularidad. En todo este proceso, también comprendí el verdadero significado de la vida: la gente entra y sale de nuestras vidas, nada es eterno. La vida cambia constantemente y debemos adaptarnos a esos cambios para seguir adelante. Si la vida te presenta dolor, acéptalo y continúa, porque así es la vida. Todo acontecimiento tiene un propósito. Cada error nos brinda una lección. La vida nos derriba para enseñarnos a levantarnos.
Ese fue el punto de inflexión en mi vida y me dejó valiosas enseñanzas.
El profesor Zain está pidiendo a los estudiantes que compartan sus momentos decisivos. Yo solo rezo para que no me elija. No sé por qué, pero me quedo en blanco cada vez que veo su rostro. Mantengo la vista baja, evitando mirarlo directamente. Me río de mí misma.
"Gracias a Dios que no me hizo ponerme de pie", suspiré al sonar la campana y lo miré por un instante. Él se dirigió hacia la puerta, regalándonos una última sonrisa a toda la clase.
¡Ay, mi pobre corazón!
"Finalmente, puedo hablar", dijo Anu con alivio, cerrando su diario. Me volví hacia ella y nos sonreímos mutuamente.
***
Los días transcurrieron de esa manera. He aceptado que me siento atraída por mi profesor. Pero parece buscar cualquier excusa para sacarme de clase y es particularmente severo y estricto conmigo. ¿Por qué a mí? ¿Qué he hecho para merecer su enojo? Ahora solo consigue irritarme. Estoy frustrada. Pero, ¿qué puedo hacer? No puedo decir nada, al fin y al cabo, es nuestro profesor.
Pero ahora no puedo evitar odiarlo por regañarme constantemente sin justificación alguna.
¿Por qué siempre tengo que ser yo? No tengo idea de qué vida pasada está intentando cobrarse.
Estoy acostada en mi cama, envuelta en la manta y usando el móvil mientras pienso en el profesor Zain. Hay algo en él tan enigmático.
Anu: No le des tantas vueltas, duérmete ya.
Recibí el mensaje de Anu y no pude evitar sonreír. Anu me conoce a la perfección. Ella sabe que a veces me atormentan los pensamientos antes de conciliar el sueño.
Yo: Lo intento, pero estoy que ardo de rabia. Solo llegué dos minutos tarde hoy y no me dejó entrar a la clase. ¿Por qué?
Escribí el mensaje, mordiéndome los labios de ira y con el ceño fruncido.
Anu: Inaya, estás exagerando. Intenta dormir, por favor.
Rogó. Quizás tenga razón y esté dándole demasiadas vueltas. Debería intentar dormir.
Yo: Buenas noches. Ya me voy a dormir.
Anu: Que descanses, buenas noches.
Al apagar la pantalla de mi móvil con el botón lateral, un mensaje de un número desconocido apareció en WhatsApp. Observé el número con recelo. Abrí el mensaje, desconcertada.
Número desconocido: Hola...
Yo: ¿Nos conocemos?
Pregunté.
Número desconocido: No, pero yo a ti sí.
Yo: ¿Quién eres y cómo me conoces?
Desconocido: Te lo explicaré todo, pero no es el momento.
¿Por qué? Ahora mi desconfianza crecía aún más.
Yo: Dime quién eres o te bloquearé.
¡Le advertí con firmeza!
Desconocido: No puedo revelarte mi identidad. Por favor, entiéndelo. Solo te necesito. Te ruego que no me bloquees. Es una petición sincera.
Fruncí el ceño al leer el mensaje. Mis sospechas aumentaban. ¿Quién será? ¿Por qué me necesita? No logro entender nada. ¿Debería bloquearle o seguir la conversación? Estoy tan confundida. Espera, ni siquiera sé si es hombre o mujer. ¿Será mi acosador? ¿Qué querrá de mí? La verdad es que estoy un poco asustada.
Desconocido: Por favor, no me bloquees. Solo quiero hablar contigo. No te voy a hacer daño.
No sé qué hacer.
Yo: ¿Eres chico o chica?
Lo pregunté movida por la curiosidad. Antes de bloquear este número necesito saber si es un chico o una chica, si no, no podré pegar ojo. Yo y mis locuras.
Desconocido: Soy un hombre.
Vaya, es un hombre.
Yo: ¿Quién eres?
Le pregunté de nuevo antes de bloquearlo. ¿Será que alguien me está tomando el pelo?
Yo: ¿Eres tú, Anu? ¿Me estás gastando una broma con este número nuevo?
Desconocido: No, no soy Anu.
Yo: Entonces, ¿quién eres? Dime, porque te voy a bloquear.
Recibí su mensaje, pero lo bloqueé sin leerlo.
Desconocido: Está bien. Lamento haberte molestado. Pensé que querrías hablar conmigo. Me equivoqué. Buenas noches.
Tras leer este mensaje, me siento mal por haberlo bloqueado. Debería haber hablado con él. Tal vez realmente necesitaba mi ayuda. Pero, ¿cómo puedo ayudarlo? Estoy realmente confundida en este momento.
¿Debería desbloquearlo?
