C46 Un nuevo amanecer
Sus pasos eran majestuosos y elegantes mientras sus tacones chocaban contra el suelo de mármol. Su aura no era de las que nadie se atrevería a percibir, y su presencia gritaba autoridad.
El pequeño que parecía sostener su mano izquierda con el agarre apretado a su alrededor sonreía, del tipo que le llegaba a los ojos y no parece que vaya a abandonar su rostro en breve.
Miró a su alrededor