C6 Entre el bien y el mal

Casi había caído la noche y Ciara estaba terminando con su último paciente del día. Esta vez no se sentía tan exhausta como solía; de hecho, le tomó cierto aprecio, más que a los pacientes anteriores.

Él era receptivo y fácil de tratar, aunque su condición no era la mejor debido a las graves lesiones que había sufrido, se mostraba sorprendentemente entero.

Al principio, Ciara había pensado en rechazar la oferta de ser su enfermera privada, pero tras la insistencia del médico, acabó aceptando. Aunque no lo hizo por gusto.

Al conocer la causa del accidente, Ciara sintió una conexión personal; había vivido un incidente similar, pero involucraba a sus padres, no a ella. Esa era la única diferencia.

Ryan había tenido la fortuna de sobrevivir, pero sus padres no corrieron la misma suerte, fallecieron en el lugar. Después de analizarlo detenidamente varias veces, llegó a la conclusión de que no había sido un accidente común o aleatorio, había algo turbio detrás.

—esto despertó su interés en ser la enfermera privada de Ryan. 'Quizás pueda encontrar alguna pista con él...' pensó antes de dar su consentimiento.

En su primer día, se dedicó a ganarse su amistad para que se sintiera a gusto en su presencia, así podría acercarse lo suficiente como para descubrir alguna pista.

Con una sonrisa discreta, Ciara tomó nota de algunas cosas en su bloc. "Aparte de en el abdomen, ¿ha sentido algún otro dolor extraño?" preguntó, mientras se recogía unos mechones de pelo detrás de la oreja izquierda, que se habían soltado al inclinar la cabeza.

Él negó con la cabeza. "Para nada..." respondió con sencillez. "—Y si llego a sentir algo, es tolerable en comparación con el dolor del abdomen".

Ella sonrió con serenidad. "Es posible que el efecto de la inyección haya pasado, pero los medicamentos deberían durar lo suficiente como para aliviar esos dolores en breve." dijo con un tono profesional.

"Sí, ya sabes, ¿no?" Fue la sencilla respuesta de él antes de recostarse en su cama. "Si no te importa, me encantaría descansar un poco y prefiero no ser molestado".

Ella se sintió un tanto ofendida por sus palabras, pero decidió no darle importancia; quizás él no lo había dicho con la intención que ella creía y, de todos modos, ella ya tenía pensado irse.

Había querido ayudarlo, pero al ver su palma levantada captó el mensaje y retrocedió —él se las arreglaría solo.

"Ah, claro." Murmuró ella, observándolo acomodarse en la cama. "Justo estaba por salir. Voy a..."

Unos suaves golpes en la puerta la interrumpieron de golpe. Volteó la cabeza hacia la dirección de la puerta. Una mujer estaba parada allí, al parecer esperando su permiso para entrar —era la conserje del hospital.

"Adelante, señora..." La invitó a entrar con un gesto, dándole la autorización que esperaba. La conserje no tardó en entrar y se inclinó ligeramente ante Ciara como saludo.

Ciara le devolvió la sonrisa. "¿Ya es hora de limpiar esta habitación?" preguntó a la conserje, quien negó con la cabeza.

"No, es que el doctor quiere verla cuando termine su jornada." Aclaró la conserje. "Dijo que se asegure de que todo esté en orden antes de finalizar su turno".

"Por supuesto, así lo haré. Gracias por avisarme..." dijo Ciara con un tono despreocupado. Tras esto, la conserje se despidió y salió de la habitación.

Ciara recogió lo que quedaba de sus herramientas en la bandeja y se preparó para salir. "Me retiro ahora, señor. Si necesita algo, solo..."

Él la interrumpió de manera abrupta, impidiéndole terminar. "Basta de hablar y vete de una vez..." le espetó, su voz sonando cada vez más alta. "Me las arreglaré solo, no necesito ayuda de nadie."

Ciara se encogió de hombros con suavidad y se giró para irse. "Bueno, entonces deberías descansar bien esta noche..."

Él no se tomó la molestia de responderle, y al verlo, Ciara salió de la habitación dejándolo solo, justo como él quería...

******

"Toma asiento", le ofreció la madre de Ryan, con una expresión facial impasible que no revelaba lo que pudiera estar pensando.

Ciara no sabía por qué, pero se sentía tensa y su corazón latía aceleradamente en el pecho; la expresión de la mujer mayor no ofrecía ningún consuelo.

'¿Por qué querría verme aquí en primer lugar?' se preguntaba mientras intentaba evitar el contacto visual directo con la mujer.

Apartando sus pensamientos, Ciara se sentó con reticencia, respirando hondo. "El doctor me informó que quería verme antes de que termine el día de hoy", dijo con una expresión serena y acogedora, en contraste con la de la señora mayor.

Con un leve asentimiento de cabeza durante unos segundos, la mujer mayor finalmente habló. "Sí, se lo dije", comentó con sencillez, provocando un 'oh' silencioso en Ciara. "Me he enterado de que eres la enfermera personal asignada a Ryan, ¿es así?"

"Ahh, sí, es correcto", confirmó Ciara casi al instante, asintiendo con decisión. Había notado el parecido desde que la vio por primera vez, y el médico ya le había hablado de ella.

"Esta mañana he observado que él estaba muy a gusto contigo...", empezó la madre de Ryan, alargando sus palabras. "Debo reconocer tu profesionalismo, ya que es realmente inusual ver a Ryan reírse con alguien a quien apenas conoce".

Habría preferido que la madre de Ryan fuera directa con ella, eso pensaba. No podía simplemente decirle que él nunca ríe o sonríe, a menos que sea su novia quien esté con él.

La madre de Ryan nunca había sentido ni el más mínimo afecto por ella y no la consideraba la adecuada para su hijo. Sin embargo, Ryan se negaba rotundamente a hacerle caso, empeñado en mantener su relación.

Con el paso de los años, ella había hecho innumerables intentos por encontrarle otras parejas, organizándole citas a ciegas una y otra vez, pero sus esfuerzos nunca dieron fruto; su hijo era increíblemente obstinado.

Pero ahora, al observar la química entre él y Ciara, algo hizo clic en su interior. Estaba convencida de haber encontrado a la mujer perfecta para Ryan y, sin la menor vacilación, se mostró dispuesta a juntarlos, tal como había intentado hacer anteriormente con otras jóvenes...