C48 Los celos de una mujer
Alejandra salía en la mañana junto con Mateo, en ese momento Tomás salió de su casa:
—¡Tomás! —saludó Mateo sonriente y cruzó la calle.
—¡Mateo! —dijo Tomás sonriente.
—Oye préstame la tarea de la primera hora, no la hice —dijo Mateo tomando el bolso de Tomás, lo empezó a abrir