C55 Luz de mis ojos
Alejandra tragó en seco y en ese momento escuchó unos pasos que se acercaban a la sala:
—Buenos días —dijo una voz de mujer. Alejandra llevó su mirada hasta el fondo de la sala. Una mujer de unos cuarenta años de edad apareció en la vista de la joven, era alta, rubia, ojos gateados y con un porte engalanado.
—Buenos días —saludó Alejandra, su corazón empezó a latir con gran fuerza