C59 Detrás de una sonrisa
Alejandra quería morirse, Gera y Mateo no podían ser más imprudentes. Claudia se dio cuenta que su amiga estaba en un aprieto de esos que le había contado:
—Oigan, me estoy muriendo del hambre, que los hombres inviten la cena —dijo rompiendo el momento incómodo.
—Pero estaban en el cine ¿no?, ¿acaso no compraron combo? —preguntó Tomás inocente de la situación.
—Bueno