C66 Camino de espadas
Alejandra quedó observando los ojos de Gabriel, cada vez le gustaban más.
—Sí —Alejandra empezó a levantarse, sintió que su espalda le dolía horrible.
—Te golpeaste fuerte ¿verdad? —Gabriel la ayudó a levantarse.
—No… Estoy bien —hizo que no le dolía nada, pero al caminar cojeaba por el dolor y Gabriel de lejos podía verlo.
—¿Segura que estás bien? —inquirió caminando a su lado—