C78 Carta de confesiones
Keidys estaba sobre su cama leyendo una revista y Alejandra estaba a su lado bastante pensativa, demasiado podría decir, a Keidys le extrañó que no estuviera hablando sobre su rutina o libros como siempre. Llevó sus ojos hasta ella y se sorprendió al ver que sus mejillas estaban acaloradas:
—¿Qué sucede? —preguntó.
—Ay, Keidys… Amiga… Me siento tan rara, estoy tan confundida —respondió