C57 Es una cazafortunas
EL shock que sintió Rina en ese momento mientras miraba el teléfono fue demasiado. No podía creerlo, su propio príncipe Raghav estaba enamorado de Bellarmine, ¡madre mía!
Y pensar que ya le gustaba Belarmino, era su mayor fan y disfrutaba con cada uno de sus programas y contenidos. ¡Santo cielo!
Llevaba como cinco minutos sentada, inmóvil, mirando el teléfono