C3

Me dirigí hacia la cafetería, ya que era hora del recreo, y me encontré con Jordan y Jake en el camino. Son gemelos y mis mejores amigos; me han ayudado a llevar a cabo la mayoría de mis planes para descubrir los secretos de los profesores y juntos nos conocen como "Los J³". Jordan es mi Beta y Jake mi Omega. "¡Eh, colega!" me llamó Jordan y nos dimos el saludo de hermandad con las manos. "¿Qué tal, tío?" preguntó Jake mientras también me estrechaba la mano. "Nada especial, solo camino a la cafetería", contesté con una sonrisa astuta. "¡Vamos, suéltalo!" exclamó Jordan, conociendo el significado de mi sonrisa. "Espera, ¿finalmente conseguiste llevar a esa chica a la cama?" preguntó Jake levantando una ceja, y yo puse cara de pocos amigos. "Esa chica es demasiado terca y difícil de convencer, pero pronto la tendré en mis manos", respondí con toda intención. "¿Por qué llegan tan tarde al colegio?" les pregunté, y ambos sonrieron. "¡De ninguna manera!" exclamé, reconociendo esa sonrisa y su significado. "Claro que sí, amigo. No queríamos interrumpirte porque sabíamos que estabas enfocado en conquistar a Rhoda", dijeron ambos. Molesto por su comportamiento, les grité: "Eso no significa que deban hacer un trío sin mí. A menudo disfrutamos de orgías con chicas, y estos dos idiotas tuvieron una sesión matutina intensa sin mí, todo por culpa de esa chica Rhoda. "No lo hagan sin mí la próxima vez", les reprendí, y ellos asintieron. "Vámonos, Jordan", dije, y todos nos encaminamos hacia la cafetería.

**PUNTO DE VISTA DE RHODA**

¡Son los J³! Los estudiantes corrían hacia la cafetería gritando a pleno pulmón, y yo me burlé. "¡Son tan guapos! ¡Os amamos, J³! ¡Jayden es tan sexy! ¡Los gemelos son idénticos y atractivos!

"¡Has visto los zapatos de Jayden? ¡Son de la última marca!

"Dicen que pronto se convertirá en el Alfa".

"¡No puedo esperar a la fiesta de traspaso!

"¡Se dirigen a la cafetería! Uno de ellos gritó, captando la atención de los demás mientras todos chillaban, casi dejándome sorda, y corrían hacia la cafetería.

"Salgamos de aquí", dije, y Rose asintió con la cabeza.

Somos las únicas que no nos cae bien el J³ y, por supuesto, Luca.

Al entrar en la cafetería, los gritos ya habían cesado, aunque muchos aún murmuraban entre ellos.

Vi a Luca y a Max sentados en una esquina y nos dirigimos hacia ellos para sentarnos junto a nuestros novios.

Max se levantó para pedir nuestra comida.

"¿Cómo estás, cariño?" Luca me preguntó, dándome un beso en la mejilla, y yo solté una risita al ver a Rose sonriendo de felicidad.

"Traviesa", le dije a través de nuestro enlace mental, y ella me devolvió una sonrisa cómplice.

Girándome hacia Luca, le contesté: "Estoy bien", y él asintió.

"¿Qué os ha retenido tanto, chicas? Hemos estado esperando más de cinco minutos", preguntó, y yo suspiré al recordar mi castigo.

"Por cierto, Rhoda, ¿qué castigo te puso el señor Bob?" preguntó Rose con interés.

"Tengo que limpiar todos los baños femeninos y barrer el vestuario de la clase A durante una semana", les conté, y se quedaron boquiabiertos. Max, que ya había vuelto con la comida, se quedó sin palabras.

"Es absurdo, ¿por qué el señor Bob te impondría ese castigo?" preguntó.

"No lo sé, creo que Jayden le sugirió eso, y lo que es peor, él no recibió ningún castigo a pesar de ser el responsable del problema.

"¿Qué pasó realmente?" preguntó Luca, y yo suspiré antes de empezar a relatarles todo, desde el incidente en la entrada hasta el suceso en la oficina.

Luca se levantó furioso intentando dirigirse hacia la mesa de los J³, pero sujeté su mano para detenerlo.

"Olvídalo, Luca, no quiero problemas," le dije, y él soltó una burla.

"Déjame enfrentarlo," exigió, tratando de soltarse de mi agarre, pero lo mantuve firme.

"Por favor, Luca," le rogué. Él suspiró y volvió a sentarse.

Enfrentarse a Jayden no nos llevaría a nada bueno. Jayden es el hijo del Alfa de la manada y dueño de la escuela.

No quiero que Luca se meta en una pelea con él; no traería nada positivo, solo problemas.

"Creí que el señor Bob era diferente a los otros profesores que Jayden manipula," comentó Rose con resentimiento.

"Yo también lo creía, hasta después de lo ocurrido en su despacho. El señor Bob parecía claramente intimidado por él," expresé.

Eché un vistazo a la mesa de los J³ y, como si fuera un reflejo, Jayden levantó la mirada y nuestras miradas se encontraron.

Desvié la vista rápidamente, pero él, siendo el diablo que era, se levantó tras susurrar algo a sus amigos y todos se dirigieron hacia nosotros.

"No otra vez," gruñó Reign, y yo solté un suspiro. Ella detestaba a Jayden tanto como yo. Después de todo, ella es mi reflejo y yo el suyo; es natural que ame lo que amo y odie lo que odio.

Pronto llegaron a nuestra mesa y para entonces, todas las miradas ya estaban fijas en nosotros.

"¿Qué queréis?" pregunté cuando se plantaron frente a nosotros.

"A ti," respondió él, agarrándome de los brazos. Luca intentó levantarse para apartar su mano, pero Jake lo retuvo.

"Dejadnos en paz," gritó Rose, y Jordan se acercó a ella con una sonrisa de suficiencia.

"¿En serio, señorita Rose? ¿Quieres que os dejemos tranquilos?" preguntó, y Rose asintió con la cabeza.

"¿Qué tal si empiezas por dejar en paz a este tonto?" dijo, y empujó a Max que intentaba ponerse de pie.

"¿Qué quieres, Jayden?" dije, cada vez más frustrada. Apenas habíamos probado el almuerzo y el recreo estaba a punto de acabar.

"Como te dije antes, te quiero", afirmó él, y yo no pude evitar reírme.

"Estás loco, Jayden. Jamás te permitiría tenerme, así que mejor vete a hacerlo tú mismo", exclamé, cada vez más irritada, y los estudiantes soltaron un murmullo de asombro.

Nadie se atreve a hablarle a Jayden de esa manera; de ahí su sorpresa.

"Dices que estoy loco; permíteme mostrarte hasta qué punto puedo estarlo para tenerte", dijo con voz ronca, y antes de que pudiera asimilar sus palabras, me besó.

Traté de resistirme, pero fue inútil; mi fuerza no era comparable a la suya.

Devoró mi boca con sus labios, besándome con voracidad, y cuando intenté decir algo, aprovechó para explorar con su lengua cada rincón de mi boca y succionar mis labios.

Un gemido intentó escaparse, pero me contuve. No iba a emitir ningún sonido absurdo por el beso de este chico.

Observé a Luca, que luchaba con todas sus fuerzas para liberarse del agarre de Jake.

Jake lo empujó hacia abajo, golpeándolo en el proceso y obligándolo a sentarse en la silla con brusquedad.

Luca quizás sería el próximo alfa de la manada Moonstone, pero no era rival para la fuerza de los J³.

Ellos poseían un poder demoníaco, ya que provenían de la temida Manada de la Luna Oscura, la más poderosa de todas.

Sus lobos eran tres veces más grandes que los de cualquier otra manada.

Me esforcé por zafarme de él y quedé sin aliento cuando finalmente me soltó.

Los gritos de los estudiantes retumbaron por la cafetería mientras más y más personas se agolpaban para ver el espectáculo.

Aparté su mano de un manotazo y él se enderezó, sonriendo con suficiencia.

"¿Ves? Lo disfrutaste. Apuesto a que tu novio nunca ha llegado tan lejos", dijo, y yo respondí con una mueca de desdén.

Esa era la realidad: desde que Luca y yo comenzamos a salir, lo más íntimo que habíamos compartido eran besos castos en las mejillas.

Luca no se sentía listo para avanzar más y esperaba con paciencia a que cumpliera los 18 años, momento en el cual finalmente me convertiría en su compañera.

Luca había cumplido los 18 el año anterior y, al no haber encontrado a su compañera desde entonces, ambos creíamos que yo estaba destinada a serlo.

"Ahora, este tonto me ha robado mi primer beso y, lo que es peor, frente a mi novio.

Las lágrimas ardientes se deslizaban por mis mejillas mientras alzaba la vista hacia Luca, cuya ira y furia eran palpables. Él se sentía impotente, careciendo del poder que ostentaba Jayden.

Jayden, con una sonrisa de suficiencia al ver mis lágrimas, se marchó de la cafetería acompañado de su amigo.