C31 Capítulo 31
Aunque estaba cansada en extremo y su cuerpo no daba para más, Ana seguía con los ojos abiertos y su cabeza recostada al pecho de Xavier. Por alguna razón pensó que si cerraba los ojos se alejaría de ese cuerpo que ahora la protegía y que en este preciso momento le daba la seguridad que necesitaba.
No sabía que pasaría con ella en el momento en que pusiera un pie en el suelo