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******Fragmento********

—Dime qué llevas puesto — su profunda voz llegó desde el otro extremo.

—¡Un vestido de satín! — Ella respondió, ya excitada por sus preguntas.

—¿Largo o corto?

—Corto.

—Perfecto. ¿Bragas? — Preguntó.

—Sí

—Quítalas — Él ordenó. Mia sintió un escalofrío recorrer su espalda. Pero ella obedeció. Se acomodó y se quitó las bragas.

—¡Hecho! — Ella respondió, acostándose de espalda.

—¡Buena chica! Ahora cierra los ojos. — Él instruyó.

Mía obedeció.

—¿Recuerdas cómo te sientes cada vez que tomo tu pezón erecto en mi boca tibia y húmeda?

Mia asintió con la cabeza ante el recuerdo.

—Sí, lo hago — gimió ella.

—Pon tu dedo índice en tu boca, asegúrate de tener suficiente saliva, luego pasa lentamente ese dedo sobre tu pezón derecho.

—¡Ahhhhhhh! — Mia gimió ante el escalofrío que sintió al hacer lo que Colton le pedía.

—Buen trabajo, bebé. Sigue adelante. Sabes que esos lindos pezones tuyos son una de mis partes favoritas de tu cuerpo. Sigue complaciéndolos para mí, mi amor. No te detengas hasta que estén muy erectos y probablemente un poco rojos. Al igual que la forma en que se ven cada vez que termino de chupar y jugar con ellos. ¡Esa es mi chica! — Elogió cuando escuchó un gemido más fuerte de ella. — Ahora repite el mismo paso para el otro pezón. — Él instruyó y ella hizo exactamente eso. ¿Lista para el siguiente paso? — Él preguntó, ella asintió.

Al recordar que la llamada era de voz y no de video, respondió.

—Sí, bebé. — Su respiración era pesada.

—Bien. Lentamente acaricia tu cuerpo hasta el área del bikini. Hazlo con la imaginación de mí derramando suaves besos por todo tu cuerpo. No toques tu coño hasta que yo te lo diga.

—¡Bueno! — Mia tragó dolorosamente y se puso a trabajar. Cuanto más gemía, Colton le hablaba más sucio, lo que la hacía gemir aún más.

—¡Colt, por favor! — Dijo ella con su pecho subiendo y bajando.

—¿Qué quieres, mi amor? —Susurró seductoramente, tratando de actuar todo inocente.

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*

*

CAPÍTULO UNO

De pie frente a la ventana con paredes de vidrio en su oficina, con la mano derecha metida en el bolsillo y la mano izquierda sosteniendo el teléfono en la oreja izquierda, Colton Royal conversó con la persona del otro lado.

Un par de minutos después de la conversación, Colt escuchó que alguien entraba a su oficina sin llamar. Apartó los ojos de la vista exterior que tenía delante para echar un vistazo a quién era. Al ver a su hermano menor, Caleb, ingresar a su oficina con una sonrisa en su rostro y ambas manos en los bolsillos, Colton le lanzó una mirada y luego volvió su atención a su llamada telefónica, que tomó unos minutos.

Al ver que su hermano mayor estaba al teléfono hablando de negocios, Caleb se tragó las palabras. Fue directamente al área de visitas de la oficina que estaba frente al escritorio de Colton y se sentó cómodamente en el sofá como si fuera el dueño de la oficina. Con una pierna cruzada sobre la otra, buscó su teléfono en el bolsillo de su chaqueta y decidió darse compañía con él.

Muy pronto, Colt terminó la conversación con la persona con la que estaba discutiendo. Dándose la vuelta, se burló cuando vio a Caleb escribiendo en su teléfono con una sonrisa astuta en su rostro. Podía apostar su vida a que su hermano menor estaba charlando con alguna chica. Una chica a la que eventualmente Caleb Royal le rompería el corazón. Por lo que Colton sabía, Caleb cambia de novia igual que cambia de zapatos. Un minuto, está tan loco por una mujer, y al minuto siguiente, está dando un millón de razones por las que ha terminado con ella.

Se escuchó la voz de Colton, lo que hizo que Caleb levantara la vista de su teléfono.

—¿Alguna vez aprenderás a llamar? — Dijo, dirigiéndose a su espacio de trabajo. Colocó su teléfono en el escritorio, luego se acomodó en la silla.

—Lo siento hermano, ¡me dejé llevar! — Se levantó de donde estaba sentado y luego fue a ocupar la silla frente al escritorio de Colton.

—¡Siempre das la misma excusa!

—Vamos Colt, no te pongas de mal humor. Después de todo, somos hermanos y no es como si tuvieras algo que esconder. — Dijo sin un cuidado en el mundo.

—Soy el jefe y hago las reglas. Que esta sea la última vez que vengas a mi oficina sin llamar. Y si sabes que no puedes llamar, ¡aléjate!

—¡Maldita sea, Colton! Siempre eres tan serio con todo. — Caleb dijo con disgusto.

—¿Por qué estás aquí? — dijo Colt, tomando un archivo de su cajón.

—Vine a ver cómo estabas. Solo para asegurarme de que aún estás vivo y coleando. Trabajas tan duro que necesitas todo el apoyo moral que puedas conseguir.

Colton exhaló.

—Estoy bien. ¿Algo más? — Dijo, mirando a su hermano a los ojos.

—¿Tanto quieres deshacerte de mí? — Caleb arqueó una ceja a su hermano mayor.

—¿Te encuentro molesto? Sí, lo hago. Y eso es porque a propósito haces cosas que me ponen nervioso. Sinceramente, te agradezco que estés pendiente de mí, pero el trabajo me necesita ahora, Caleb. — Hizo un gesto hacia el papeleo en su escritorio.

—Así que supongo que no irás a la fiesta de Samantha — dijo Caleb.

—Theodore me matará si no me presento a la fiesta de su novia. Esta fiesta es literalmente de lo que ha estado hablando durante semanas. Solo necesito alrededor de una hora para terminar lo que estoy haciendo. Luego estaré allí a mi propio modo. ¿Y tú? Eres amigo de Sammie. Estoy seguro de que ella te invitó. (El apodo de Samantha es Sammie)

—Lo hizo, pero desafortunadamente no estaré allí. Tengo una cita esta noche. — Él sonrió.

—Es sorprendente escuchar eso. Estás abandonando una fiesta llena de mujeres para tener una cita. Esta chica debe significar mucho para ti.

Caleb se rio entre dientes.

—En realidad, no. Pero espero que aproveches esta noche. Diviértete y acuéstate con alguien. Te hará sentir menos gruñón. — Le guiñó un ojo a Colt.

—Nunca entendería por qué estás tan preocupado por mi vida privada — dijo Colton, escribiendo en la computadora portátil que tenía delante.

Lo siguiente que dijo Caleb le valió una mirada desagradable de Colt. Se apoyó en el escritorio de su hermano y le susurró.

—¿Eres gay?... No me mires así, Colton. Solo hice una pregunta. — Dijo como si lo que preguntaba fuera algo normal y no fuera a molestar a nadie.

Colton se recostó contra la silla, se cruzó de brazos, con los ojos fijos en Caleb.

—¿Qué te hace pensar que soy gay?

—No has estado en una relación desde que Tina te dejó, hace como seis años, actúas tan indiferente cuando estás cerca de mujeres. Asistes a tantas ceremonias; tu posición como presidente del Imperio Real te ha dado la oportunidad de conocer mujeres hermosas de todas las formas y tamaños. Incluso llegan a lanzarse sobre ti y ni siquiera les das una segunda mirada. ¿Cómo logras eso si no es que te has vuelto Gay? Ayudé a mamá y papá a organizar citas a ciegas para ti, pero nunca apareciste. Mira, hermano, no te estoy diciendo que te cases ahora o que dejes embarazada a una chica, aunque mamá y papá estarán encantados con eso, ya que están deseando tener nietos. Tampoco tienes que ser un jugador como yo, pero al menos diviértete y vive un poco la vida. Bueno, eso es si no eres gay.

—Si me llamas así una vez más, te vas a arrepentir. — Colton advirtió.

Caleb se tragó sus palabras. Aunque le encantaba bromear con su hermano, sabía cuándo no exagerar.

—Lo siento si eso te ofendió. Solo tenía curiosidad, pero me alegro de que mi sospecha fuera incorrecta. — Él sonrió tímidamente.

—¡Eres un dolor en el trasero! — Colton se burló. — Te asignaré más responsabilidades. De esa manera, no tendrás tiempo libre para venir a molestarme en mi oficina.

—¡No te atreverías! — Caleb miró a su hermano. — Puedo ser juguetón, pero tu debes saber que me tomo en serio mis deberes en esta empresa. Trabajo duro y también me divierto mucho. Una situación en la que todos ganan para Royal Empire y mi cordura. Tú eres el que está siendo demasiado duro consigo mismo. Es mucho más tarde de las horas de cierre y todavía te estás enterrando con el trabajo. — Hizo un gesto hacia el escritorio de Colton.

—Deberías irte. No querrás llegar tarde a tu cita, ¿verdad?

—¡No eres divertido! — Caleb puso los ojos en blanco mientras se ponía de pie. — Me iré, pero espero que me hagas sentir orgulloso esta noche. Te prometo un regalo si lo haces. Que tengas una hermosa noche, amigo. — Caleb le sonrió a Colt y luego se ayudó a salir de la oficina más lujosa del edificio. (Oficina de Colton)

Al ver a Caleb cerrar la puerta detrás de él, Colton dejó escapar un poco de aire para calmarse.

—¡Mocoso malcriado! Debería alentarme a trabajar más duro en lugar de burlarse de mí. Definitivamente aumentaré su carga de trabajo para que no tenga tiempo de molestarme más. — Colt murmuró, volviendo al trabajo.

Las siguientes dos horas fueron muy productivas para Colt. Al ver que eran casi las 9 de la noche, decidió dar por terminado el día. Como asistiría a una fiesta esta noche y probablemente llegaría tarde a casa, no se molestó en llevar ningún archivo a casa para trabajar. Alcanzó sus artículos esenciales y luego salió de la oficina.