C4 Prólogo

"—Algún día cariño, seremos tan libres, que te vas a aburrir de tu vieja madre cariño y ese día encontraremos la felicidad."

Esas fueron las palabras de Melina Garnet, mi madre, el día antes del asesinato.

Llevábamos tanto tiempo encerradas en casa, Jake nos tenía en total cautiverio porque según él, yo iniciaba a "desarrollarme" y era una manera de protegerme a mí y a mi madre de los inminentes peligros de la calle.

Al principio todo fue bien, papá era policía y muy cariñoso, lo del peligro era cierto, había un par de sujetos en el vecindario que eran bastante peligrosos y más para una niña entrando en la adolescencia. Con el tiempo, ese padre amoroso y policía dedicado cambió de golpe.

Lo recuerdo tan claro, como si estuviera viviéndolo de nuevo.

"Estamos sentadas en la sala, viendo las noticias que por fortuna las cosas han mejorado y capturado a varias de las personas que estaban haciendo daño. Mi madre me explica que gracias a esto pronto papá bajará la guardia y nos permitirá salir de nuevo. Llevábamos meses encerradas y ya estaba cansada.

Un fuerte golpe, resuena en la puerta y cuando volteamos a ver mi padre se tambalea mucho y trae una botella en su mano, comienza a gritar una y otra vez que mi madre es una cualquiera y ella pide que suba a mi habitación, obedezco de inmediato por que el miedo se apodera de mi y mientras corro a mi habitación se escucha como se rompen los vidrios y gritos de auxilio.

El miedo es inminente, me encierro en el armario y no sé cuánto tiempo pasa, no obstante cuando pienso que ya todo acabó, la puerta se abre de una manera brusca y la imagen de mi padre desnudo por completo y bastante rasguñado aparece frente a mi."

Lo que pasó después trato de eliminarlo de mi mente y creo que no es difícil de adivinar, mi padre después de ese día abusó de mí todas las veces que quiso, muchas veces nos amordazó, encadenó y golpeó hasta perder la conciencia.

Mi madre fue la más afectada en todo esto, puesto que perdió uno de los dedos de su pie y varias veces se quebró las muñecas para evitar que el monstruo abusara de mi.

Al notar esto, cada vez que iba a hacerlo se aseguraba de golpear a mi madre hasta dejarla inconsciente.

"—Algún día nos libraremos del monstruo".

Al final, fue ella quien nos llevó a la libertad privándose de la suya. Por años tuve que ver como mi madre se desvanecía de una manera lenta, sofocante y desgarradora. Después fue la mujer más "feliz" del mundo entero, se había librado del mal más grande en la faz de la tierra y aunque fue condenada a tres años de prisión psiquiátrica, para llamarlo de algún modo, debido a que su sentencia se redujo a eso por los maltratos físicos y psicológicos al que fuimos sometidas por años, pero al ser un servidor público no podían dejarla del todo libre, así que el juez decidió que un centro psiquiátrico era lo mejor para mi madre y ahí encerrada con medicamento, en un cuartito pequeño solo con una cama minúscula, ella fue feliz, al fin le fue devuelta la libertad que Jake nos arrebató a ella no le importaba pagar con su vida, el precio de nuestra libertad.

Esa fatídica noche más de cincuenta y dos puñaladas impactaron el cuerpo de la bestia.

Cincuenta y tantas puñaladas y una mujer sonriente al lado de toda la sangre y un cuerpo casi irreconocible. El solo hecho de imaginar la escena me pone los vellos de punta y me ocasiona un escalofrío terrible.

Trato de alejar los pensamientos de mi cabeza y dejo de mirar por la ventana la nublada tarde de Londres, ajusto mi gabardina y sonrío nostálgica cuando escucho pasos acercándose, por qué sé que nos espera un largo y agotador día.

Giro, para mirar al hombre que me vió renacer con lo poco que tenía, la persona que ha vuelto mi mundo caótico de una buena manera y que me supo esperar en el momento más difícil.

—Mi vida, dime por favor que ya estás lista – él sonríe en complicidad y puedo ver en su mirada que de verdad le preocupa porque debe estar antes que todo el mundo para hablar con Jane.

—¿Quién te dijo que yo iría a ese lugar? hermoso hombre. – coqueteo con él un poco para liberar un poco la tensión que tiene en este momento. Relaja un poco los hombros antes de acercarse a mí y darme un dulce beso, mientras me toma por la cintura para acercarme aún más a él.

—Tú misma le prometiste a Jane en la cena de hace dos días, cito de manera textual "Claro que si Jane podrás contar conmigo siempre que lo necesites y estaré allí en todo momento" trata de imitar mi voz que siendo franca le queda lo hace fatal y río levemente.

—Solo quería saber si recordabas lo que había dicho.

—Me gusta llevar el control de todo y lo sabes – me besa de nuevo, mira el reloj de muñeca y alcanzo a notar como una vena en su frente comienza a marcarse por lo que me espero por completo las palabras que salen a continuación. —Y hablando de eso, vamos tarde así que vámonos ya. – toma mi mano y me saca rápidamente de casa a lo que río fuertemente y sé que a él no le hace gracia.

Después de la fatídica noche que dio cierre a una etapa bastante difícil de mi vida. Un sujeto bastante controlador, hablador e irritante, llegó a mi vida para tratar de ayudarme cuando no me quedaba nada ni nadie. Una persona que a pesar de las circunstancias le brindó la ayuda necesaria a mi madre y a mí, una segunda oportunidad. Nunca logré comprender cómo llegó a nosotros o si es una especie de ángel.

Pero en definitiva es el hombre de mi vida y mi esposo, Holden Jones.