C10 010
SCOTT
No había sabido nada de Julia en todo el día. No era raro, pero normalmente recibía al menos un par de mensajes, o una llamada. Seguro que había salido de compras o algo así con Lisa. Lisa ya había vuelto; me saludó desde su porche con una sonrisa radiante. Le correspondí el saludo.
Me caía bien Lisa. Era de fiar y una asidua en nuestras partidas de póquer de los jueves por la noche