C15 015
"No pediste permiso para venirte, esclava", le susurré al oído. "Creí que ya habrías aprendido la lección".
"¿Aún así necesitaba pedir permiso aunque estuviera tragándome tu semen?" inquirió Julia.
"Cada vez que busques alcanzar el orgasmo, tienes que pedir permiso. Las normas son clarísimas".
"Sí, señor. Mis disculpas, señor."
"Y debes agradecerme cada vez que te conceda un orgasmo"