C36 036
JULIA
Ayer había aprendido la lección. No importaba lo tarde que me hubiera quedado despierta o lo cansada que estuviera, cuando el Amo se levantara, iba a recibir una mamada. Aunque me arrastrara el resto del día, era mejor que no estar preparada para lo que pasara. Así que cuando Amo se levantó por la mañana para ir a trabajar, le chupé la polla hasta que me tragué su hermoso semen