C50 050
JULIA
"Sigue", susurré. "Mira a Rose correrse otra vez y córrete con ella". El diablo en su hombro, empujándola a ser una puta desobediente.
Exactamente lo mismo. Un orgasmo silencioso e indetectable. Sin retorcimientos adicionales, sin inhalaciones repentinas, sin sonidos, sólo su coño palpitando sobre mi dedo.
"Chica traviesa", le dije al oído. "Eres una zorra