C1 Día de San Valentin

Era 14 de febrero, una día muy provechoso para mi porque era dueña de una tienda de productos esotéricos y en esa fecha siempre tenía muchas clientas, que en su mayoría eran adolescentes o mujeres desesperadas por encontrar el amor.

Siempre me pareció estúpido que las personas creyeran amarres o en maleficios pero mientras trajeran dinero a mi negocio, no importaba.

Ese día me encontraba atendiendo a una clientas cuando un joven gitano me interrumpió para ofrecerme un producto. Le dije que no estaba interesada pero insistió en que tenia que escucharlo.

Le pedí que me esperara cerca del mostrador y el asintió. Termine de atender a las chicas y luego volví con el.

Me hablo sobre un perfume que según el, enloquecía a cualquier hombre o mujer dependiendo los gustos de la persona.

-Se llama esencia de Afrodita y funciona como afrodisíaco.

-¿Que hace exactamente?

-Lo bebes una sola vez y todos los hombres estarán locos por ti.

-Si claro, tengo muchos productos como ese.

-Pero ninguno tan efectivo como esta. Prueba lo y veras como se vende como pan caliente.

-Gracias, pero no estoy interesada.

-¿Estas segura?, le doy una botella de cortesía por si cambia de idea.

-Gracias, pero no será necesario.

-Quedese con ella-me entrega una tarjeta de presentación y sale de la tienda.

Al día siguiente, una de las clientas me preguntó por el precio del perfume y confundida le pregunté de donde lo había sacado.

Ella señaló uno de los estantes y me acerque a verlo. Me sorprendí al ver una caja llena de ese perfume y lo quite de allí.

Le explique a la chica que ese producto no estaba a la venta y ella ofreció una buena cantidad de dinero por ella. Le dije que podía llevarse otras fragancias pero insistió en comprar esa. Respire resignada y se lo vendí.

Escondí el resto detrás del mostrador para que nadie más pudiera verlo. Ese gitano debió ponerlo allí sin que me diera cuenta pero, ¿con que objetivo?

No le di importancia, hasta que al día siguiente regreso la clienta a darme las gracias, estaba fascinada con el afrodisíaco y estaba feliz que de el chico que le gustaba finalmente le hiciera caso.

Su amiga quiso comprar el mismo afrodisíaco y le vendí uno. Volví a poner la caja en el estante y comenzaron a llegar más clientes que interesados en adquirirlo.

Parecía ser muy solicitado y contacte al gitano para que me enviara más de ese afrodisíaco.

Desde ese momento el se convirtió en mi proveedor y mis clientes aumentaban. No entendía porque las personas se volvían locas por adquirido, sentí curiosidad y lo probé. No sentí nada extraño aparte del mal sabor.

Una semana después los que habían comprado el frasco reclamaron que revirtiendo los daños ocasionados.

-Calmense, me apena decirles que no hay devoluciones.

-Tu estúpido jarabe, arruino mi vida, ya no puedo salir sola a la calle.-dijo una.

-Por culpa de ese jarabe, mi novio no me deja sola ni un minuto, me tiene harta-dijo otra.

-No se de que están hablando.

-Queremos que lo soluciones ahora.

-¿Solucionar que?, no tienen nada, ese jarabe nisiquiera funciona.

Me trataron de estafadora y se fueron molestos.

Intente contactar al proveedor pero no contestaba. Supuse que estaba ocupada, así que no le di importancia y seguí trabajando como si nada.

Pasaron los días y seguía sin tener noticias de mi proveedor. De repente comencé a notar que los hombres de mi entorno me miraban de forma extraña.

Mis amigos, compañeros de universidad y chicos que se me cruzaban en la calle, se quedaban viéndome y no entendía porque. Una semana después, varios chicos comenzaron a declararme su amor. Varios de mis amigos, incluso los que pensaba que eran gays mostraron interés en mi.

Yo los rechace y pensé que todo terminaría allí, pero la situación empeor. Siguieron insistiendo en que me amaban y no sabia como hacer para que dejaran de fastidiarme con eso, mientras más los rechazaba, más insistían.

Tanto mis amigos como compañeros de la universidad, hacían de todo por conquistar mi amor y ya no aguantaba esa situación.

Se aparecían en mi casa, el mi local y algunos incluso me seguían en la calle. Recordé lo que una de las clientas me había dicho "ya no puedo salir sola a la calle"

Era imposible que aquel jarabe tuviera poderes mágicos pero no podía haber otra explicación.

Revise el frasco en mi casa y me fije en las letras pequeñas que tenia la etiqueta.

"Advertencia, su uso puede generar distorsión de la realidad en las personas de su entorno"

Volví a llamar al proveedor pero seguía sin contestar. Cuando intente llamarlo por décima vez, el número se encontraba fuera del área de servicion.

Arroje el celular al suelo, escuche que una de mis ventanas se rompió y me escondi en el baño.