Esencia de Afrodita/C3 Dulce maldición
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C3 Dulce maldición

Me encerré en el baño por unos minutos para asegurarme que no me hubieran visto y luego Salí. Un joven camarero me reclamo por haber usado el baño sin permiso y me disculpe.

-Lo siento señorita, pero el baño es solo para clientes.

Su expresión cambio de repente y me apresure en salir, pero me detuvo.

-Espera.

Mierda, otro igual.

-¿Si?, ¿pasa algo?, ya me disculpe por usar el baño.

-El que debería disculparse soy yo, siento haberla regañado.

-No te preocupes, solo cumplías con tu trabajo.

Quise irme pero seguía sin soltarme, al parecer el disfraz no servía de nada. Mientras ese jarabe estuviera en mi cuerpo, no había forma de que me dejaran tranquila.

-Es extraño pero siento que te conociera de toda una vida.

-No, es la primera vez que vengo por acá.

Intente zafarme pero me sujeto con más fuerza.

-Casi llega mi hora de almuerzo, ¿te gustaría comer conmigo.

-No gracias.

-Vamos, yo pago.

-Dije que no-me solté de su agarre y quise salir pero otro trabajador bloqueo la salida.

-¿Vas algún lado bonita?

-¿De dónde saliste tú?, déjenme salir.

-Tranquila, te vi desde la cocina y tenía que conocerte. Tu belleza es impactante.

-Gracias. Ya quítate.

Camino hacia mí y retrocedí hasta chocar con el otro mesero.

-Tranquila, yo te protejo-dijo poniendo sus manos en mis hombros mientras que su amigo avanzaba hacia mí.

-Déjenme ir o me quejare con su jefe.

-Él no se encuentra preciosa. Mi compañero es un idiota pero yo soy diferente.

-No me importa conocer a ninguno de ustedes, solo quiero salir.

Quise ir hacia la puerta pero ambos me lo impidieron.

-Si quieres probar con los dos, no me molestare.

-suéltenme o grito.

-No nos mires así, te juro que no queremos lastimarte.

Una empleada llego a la tienda y les ordeno a ambos que me soltaran, ellos se negaron pero ella me aparto de ellos y me fui corriendo de allí.

Cada vez era peor, tenía que encontrar a ese gitano. Entre en otra cafetería y les pregunte por el gitano pero nadie lo conocía. En cada local al que iba, les preguntaba por el pero ninguno lo había visto y los meseros jóvenes reaccionaban de las misma forma al verme.

Fui a centros comerciales, a los parques, a los lugares gastronómicos, supermercados y hoteles pero no había ningún rastro del él. Regrese con mi prime y espere a que se hiciera de noche. Recorrí con mi prima cada uno de los clubes nocturnos y no había ningún joven que se le parezca.

Regresamos a la casa y me disponía a dormir, cuando sentí a alguien sobre mí. Quise gritar pero cubrió mi boca diciendo “ya estoy harto de tu indiferencia”, era el mesero de la cafetería.

-Te seguí todo este tiempo, te voy a quitar la mano pero no grites, ¿de acuerdo?

Asentí y me quito la mordaza, iba a gritar pero me amenazo con un arma.

-Piénsalo bien-beso mis labios y volvió a ponerme la mordaza.

Mi prime se puso a golpear mi puerta y el joven le grito que se alejara.

-¿Quién eres?, ¡deja a mi prima maldito!-grito Laura desde fuera del cuarto.

-¡Lárgate!, ella es mía.

Intente zafarme pero me su jeteaba con fuerza hasta que se oyó un disparo y cayó sobre mi inconsciente. Vi que la ventana estaba abierta me desespere.

-Tranquila, estoy aquí para ti.

El otro mesero lo había disparado y me o quito de encima.

-¿Esas bien?

-¿Qué fue eso?, ¿estás bien Diana?

-¿Vives con alguien?

Le suplique con la mirada que no me hiciera daño. El sonrió y quito la mordaza.

-Te dije que era mejor que él, este sería un buen momento para que me presentes a tu familia.

-Tienes razón, ¿Por qué no abres la puerta y te los presento?

-¿Enserio?

-Si vamos a tener una relación, no me gustaría que hubiera secretos entre nosotros.

-Me alegra que pensemos igual-me beso y luego abrió la puerta.

Mi prima lo mato con un cuchillo y reviso el resto de la casa para asegurarse que nadie más se hubiera metido.

De repente el timbre de la entrada comenzó a sonar varias veces seguidas y Laura me pidió que me quedara en la habitación mientras averiguaba quien nos visitaba tan tarde. La obedecí y me encerré en el cuarto escuchando su conversación con el visitante. Reconocí la voz, hubo una discusión y luego se oyó un disparo.

Escuche pasos acercándose y escape por la ventana. Corrí hasta alejarme de la casa, trepe un árbol de guayaba y me escondí en el hasta que los intrusos salieron de la casa. Me quede dormida y al día siguiente desperté con dolor en el cuerpo. Regrese a la casa y encontré a mi ex durmiendo en el sofá.

Tome mis documentos, dinero y me fui de la casa para continuar con mi búsqueda. Cubrí mi piel con un poco de lodo para ocular el olor del afrodisiaco y gracias a eso pude pasar desapercibida.

Mientras caminaba por la calle una sombra pasó sobre mí y al levantar la mirada vi a una nube que tenía forma extraña. No le di importancia y seguí caminando sin saber a dónde dirigirme. Volví a cruzarme con esa nube y la observe de nuevo.

Tomo la forma de una flecha y me fije en el lugar que estaba señalando. Era otra nube con la misma y forma, vi que había varias nubes con la misma forma y todas parecían señalar una dirección.

Les preste atención y seguí la dirección que me indicaban. Me resultaba absurdo que les hiciera caso pero estaba desesperada por recuperar mi tranquilidad y si eso era alguna clase de señal, tenía que hacerle caso.

La señal me llevo a la frontera y algo me decía que debía cruzarla. Le mostré mis documentos al guardia y le pague lo necesario para que me dejara pasar. En ese momento las nubes dejaron de tener esa forma.

Mire a mí alrededor y camine sin saber a dónde ir. El aroma del afrodisiaco volvía a olerse y me puse algo de arena que encontré por el camino.

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