C12 CAPÍTULO DOCE
"Jennie, ¿cómo has estado?", preguntó Daniel. Su pregunta era adecuada, pero, sorprendentemente, antes de que pudiera responder, sentí cómo sus dedos rozaban mis muslos, abriéndolos lentamente. "Ahh... ¡Huh!", ya en brazos de Alec, me quedé sin palabras. Él estaba decidido en sus acciones, dibujando círculos cada vez más intensos en la parte interna de mis muslos