C6 CAPÍTULO SEIS
Mientras me besaba, también sentí cómo su mano descendía nuevamente por mis pechos, apretándolos tal como lo había hecho antes... "Maldición, ven aquí", se escapó de sus labios un gemido erótico y animalístico antes de levantarme sobre mis piernas... No perdí ni un instante, me incorporé sin cesar el beso... Era como un sueño, pues me besaba como si no hubiera estado con otra mujer justo antes..