C9 Ojo por ojo, diente por diente

A pesar de que no quería ir, Ye Mingchen todavía tenía que asistir a la reunión aburrida de secundaria.

Había estudiado en la escuela secundaria privada de la Capital. Los que podían estudiar allí, tenían la familia casi similar a la de Ye Mingchen. Aunque la mayoría de las empresas en su casa no eran tan famosas como el Grupo Ye, en la Capital, todavía estaban por encima del promedio.

Las relaciones en el círculo comercial estaban complicadas y entrelazadas. Ye Mingchen sabía que estas personas simplemente tomaban la reunión como una ocasión de buscar oportunidades de colaboración, pero sólo podía sentarse aquí y escuchar los halagos.

Por suerte, Dong Ming estaba aquí con él.

La reunión se encontró en el Salón Real de la planta superior del Hotel de Capital. Al principio, se saludaron por cortesía. Como no se habían visto durante tantos años, el ambiente no era muy cálido. Sin embargo, después de beber juntos, empezaron a charlar.

De repente, un hombre gordo se acercó, puso su mano en el hombro y le preguntó en voz alta:

"Jefe Ye, he oído decir que ¿has divorciado?"

El apellido del gordo era Qi, y su familia tenía un negocio familiar relativamente grande. Recientemente, parecía haber cooperación con el Grupo Ye.

Ye Mingchen lo miró con los ojos entrecerrados. Parecía estar disgustado.

El gordo obviamente había bebido demasiado y despedía un hedor de alcohol. Con su grito, todos se calmaron. Algunas personas tenían miedo de que Ye Mingchen estuviera enojado, por lo que tiró en la esquina de la camisa del gordo. Pero el gordo no lo entendió y continuó:

"Jefe Ye, ¡es bueno tu divorcio! Tu ex es demasiado dura, y no hay hombre que pueda soportarla."

Los otros no pudieron detenerlo, y sólo podían ver cómo cavó su propia tumba.

"Bai Youyou es realmente impresionante, pero, por desgracia, es una mujer. En ese año, la pareja Bai murió por un accidente de coche, dejando los dos hermanos. La mayor tenía sólo dieciocho años, mientras el menor sólo un poco más de diez años.

¡Cuántas personas en el círculo comercial estaban esperando a que algo sucediera al Consorcio Bai para separarse los intereses! ¿Quién sabía que Bai Youyou nos había invitado a todos nosotros en busca de ayuda?

A pesar de que sabía que todos estaban esperando ver sus bromas, ella todavía fingió ser tonta y les brindó uno por otro para que pudieran cooperar con el Consorcio Bai. En aquel entonces, hice una broma con ella. "

El hombre cogió la copa de vino hablando, "Fue una copa de vino tan grande como esta. Le dije que si ella podía brindar a todos los presentes uno por uno, creería en su sinceridad. Y mi familia Qi sería la primera en cooperar con ella.

Había más de 20 personas presentes, incluso si se tratara de un hombre, no sería capaz de lograrlo. Pensaba que iba a renunciar, pero ella cogió su vaso y bebió tres vasos grandes para brindarme. Era tan fuerte.

Inesperadamente ella era alérgica al alcohol. Después de terminar el turno de la veintena de personas, su cuerpo estaba cubierto de bultos rojos y fue arrastrada directamente por la ambulancia. Si ella no habría tenido suerte, habría muerto.

Solo por una oportunidad de cooperar, incluso renunció a su vida. ¿No crees que esta mujer es interesante?"

Ye Mingchen estuvo aturdido por un momento. Esa mujer era alérgica al alcohol. Lo más ridículo era que no supiera nada aunque habían estado juntos siete años.

Cada vez que volvía en el medio de la noche, besaba a Bai Youyou con olores alcohólicos. Bai Youyou resistía cada vez. Él pensaba que esta mujer estaban fingiendo pero no sabía que ella era alérgica al alcohol. ¿Por qué ella no lo explicó?

"Ahora, ¡felicitamos a Jefe Ye por deshacerse de su esposa fuerte!" El gordo levantó la copa.

Ye Mingchen de repente sintió que este tipo era extremadamente odioso, especialmente después de escuchar su evaluación de Bai Youyou. Se sentía tan incómodo.

Ye Mingchen tomó una copa y dijo con frialdad: "Jefe Qi, dicen que su empresa está muy interesada en colaborar con nuestro Grupo Ye con respecto al proyecto sobre Afueras del Sur. Pues si tomas esta copa y das un brindis a cada uno de nosotros compañeros, yo, Ye Mingchen, iré a firmar el contrato directamente aquí, ¿qué tal?"

El gordo miró a la gran copa en la mano de Ye Mingchen y se quedó sorprendido: "Jefe Ye, ¿qué estás diciendo? Yo, yo, yo ..."

Aquí había tanta gente. Si bebió una taza con cada uno, no sabía si iba a ser capaz de sobrevivir.

"Si no quieres beber, no pasa nada." Ye Mingchen vio que él no respondió y dijo con lástima: "Parece que nuestras dos empresas no tienen la suerte de trabajar juntos."

"No, no, voy a beber, voy a beber." Si se perdió un proyecto tan grande por su culpa, la junta le mataría. El gordo tomó la copa de Ye Mingchen con una mano temblorosa cuando pensaba en esto.