C32 Capítulo 32
Una sonrisa fría junto con la presión insoportable en su propio cuello, hizo que la sangre de Nadia se helara al instante. El agarre estaba impidiendo su aire, y sus pies no dejaban de revolotear intentando hacer algo para liberar su cuerpo.
En un intento desesperado, clavó las uñas en los brazos del hombre, mientras intentó decir al menos una sola cosa