C18 LA CORAZONADA DE UNA MADRE III
Melvina se quedó sin palabras. La extravagancia de la pregunta era indescriptible. ¿Una pareja humana para su hijo? No, tenía que ser una broma; no cuando la manada estaba a punto de entrar en guerra en menos de un mes. Así lo pensó.
Observando el silencio de su madre, Derek se sintió inquieto. Aunque había anticipado la reacción que ahora veía, no estaba preparado para enfrentarla