C13 CAPÍTULO 12: Malo para mi salud
ELORA
"Excelente, Majestad", contesté, notando cómo mi corazón se serenaba un poco. Pero antes de terminar la frase, sus manos ya estaban en mi cuello: una sosteniendo mi mandíbula y ladeando mi cabeza, mientras la otra apartaba mi cabello para dejar al descubierto la piel que sanaba. Me quedé sin aliento al sentir el firme agarre en mi mandíbula y las ásperas callosidades de su palma