C42 CAPÍTULO 41: Sólo una amante
ROMA
Roma se reprendió a sí mismo por ser tan débil que había estado a punto de llevarse a Elora aquella noche. Otra parte de él, su lado débil, le gritaba que fuera a disculparse por cómo la había dejado.
Debe estar muy confundida en este momento.
Al entrar en su despacho, vio que Teriel esperaba en el largo sofá de lectura