C59 CAPÍTULO 58: La fiesta de la subasta
ROMA
El carruaje aminoró la marcha y se detuvo ante un amplio claro que aparecía poco más allá de la frontera entre Alkarod y Hanaerum.
Sus guardias desmontaron de los caballos y se colocaron en posición de vigilancia. Los guardias iban todos vestidos con disfraces negros de un material de mucha menos calidad que sus uniformes Reales oficiales