C67 Lo que ella quiere
AL DÍA SIGUIENTE, el sol brillaba a través de la ventana y se dirigía fulgurante hacia las felices parejas que dormían en las suaves sábanas de algodón.
Cero abrió los ojos y sonrió mirando a Isla, que dormía plácidamente en su brazo. Levantó la mano y le apartó los mechones de pelo. Le pasó las yemas de los dedos por las mejillas. Isla engordó a causa de su hijo, y nada cambió