C1 EPÍLOGO

"¿Piensas que puedes huir de tu destino, Zeta? ¡Qué equivocada estás! Tu destino está escrito en el libro de la vida y ni la misma Diosa de la Luna puede alterarlo", le susurra el rey de todos los Alfas, con una mirada que destila fuego de indignación, mientras su mano derecha, grande y callosa, aprieta su cuello casi asfixiándola.

Ella busca aire desesperadamente, sin apartar la mirada y sin un ápice de arrepentimiento.

La lucha de miradas es intensa, y la ira del Rey Alfa se intensifica. "¿Cómo te atreves a sostener mi mirada con tanta osadía?", espeta con los dientes apretados, incrementando la presión de su mano alrededor de su cuello.

Ella esboza una sonrisa burlona, atrapa su mano con audacia y se libera con fuerza de su agarre.

"Sabes bien la respuesta, Rey Alfa Dantes. Puedes ser el monarca de todos los Alfas, pero una Zeta como yo no se someterá a tus caprichos. Tu autoritaria voz no provocará temblores en mi corazón ni temor en mi ser", le susurra mientras con sus manos acaricia su rostro, lo enmarca y acerca su cara a la de él. Su aliento cálido acaricia cada poro de su piel, provocándole escalofríos en todo su ser. Su fragancia lo embriaga y su sangre hierve al punto del delirio.

Él la toma de los hombros y la aparta bruscamente, pero ella se mantiene impasible.

"Iniciarás tus funciones como la Criadora Alfa elegida, quieras o no", le sisea, con su furia escalando a nuevos niveles.

"Entonces, que así sea, Rey Alfa Dantes. Condúceme a la guarida de cualquier alfa sin pareja y observa cómo me despedaza, escucha nuestros gemidos y no apartes la mirada mientras él me posee con profundidad, rapidez y repetición, hasta que ambos luchemos por respirar y temblemos en el éxtasis", le reta con desdén.

Con el rostro ardiendo de cólera, el Rey de todos los Alfas la agarra por la cintura y la carga sobre su hombro derecho al estilo de los hombres de las cavernas.

"¡Me has enfurecido por completo, Zeta! Espera un momento y te verás desgarrado, luchando por respirar, y contorsionándote en el éxtasis mientras llegas a tu maldito clímax!"