C20 Verdades a medias
Aitana
Me levanté sintiendo la cariñosa lengua de mi esposo, entre mis piernas.
Un gemido mío adormilado, lo provocó y se ensañó en complacer mi recién despierto apetito sexual.
Pasamos del sexo oral, al sexo en todo su esplendor y ahora, me encontraba jadeante sobre el cabezal de mi cama, esperando a que mi respiración se ralentizara.
Durante el encuentro sexual