C30 Primeras verdades
Amaia
Aquella mujer demostraba, por segunda vez en mi vida, que conducía como nadie.
Dejamos atrás aquel bosque en menos de lo normalmente posible.
Todas íbamos calladas y nadie tomaba la iniciativa. Éramos cuatro chicas con distintas historias, que se habían mezclado en un mismo episodio.
En el asiento trasero íbamos Tanya y yo, ella solo miraba por la ventanilla